2 de octubre y el nuevo gobierno

Por : Hertino Aviles Soto (Soy Tino)

Nuevamente es octubre, tiempo para que el pueblo mexicano recuerde una espina clavada en su corazón, la matanza de Tlatelolco. Era 1968 y México a pesar de sus carencias y desigualdades esperaba unos juegos olímpicos y al año siguiente un mundial, el país era gobernado por el Partido Revolucionario Institucional, en ese momento el PRI era el rey político del país, un rey elitista y poderoso quien odiaba tanto perder como ser cuestionado, el presidente de México era el ultraconservador Díaz Ordaz, un hombre frio y afecto a los cálculos quien creía que la salvación de México sería el trabajo y el orden, jamás en la libertad o reconocimiento de las minorías, alguien a quien no le importaba que su gobierno fuera tachado de opresor si el seguía teniendo el poder.

Un día del 68, un partido de tochito tomo lugar en la Universidad autónoma de México, el cual acabo en una pelea, la respuesta del gobierno fue entrar a las instalaciones para disuadir la pelea golpeando alumnos y violando totalmente la autonomía de la UNAM, como respuesta los estudiantes comenzaron a protestar en las calles principales de la ciudad, pidiendo que hubiera más libertad y menos opresión, con signos de paz, marchas de silencio y lonas cada vez eran más los alumnos que se sumaban a las protestas pues cada persona que tuviera un anhelo a la libertad se identificaba con ellas, lamentablemente entre más grandes eran estas movilizaciones mayor era la represión del gobierno que simplemente no se sentaría a dialogar, fueron los policías, granaderos y militares quienes con órdenes de arriba se encargaban de disuadir cualquier movimiento que hubiese, al precio que fuera.

Una semana antes del inicio de los olímpicos el país se encontraba en caos, por un lado, estaban las marchas que cada vez tomaba más fuerza y por otro el un gobierno acorralado, con un presidente que no permitirá que el mundo viera su verdadera esencia y la de su partido, por lo que en un acto desesperado el ejército mexicano tiro un bazucazo a la puerta de una preparatoria ubicada en el centro histórico, destruyéndola por completo. Viendo esto el consejo nacional de huelga, el cual estaba conformado por alumnos y maestros, convoco a un mitin en el cual harían un pliego petitorio de 6 puntos al gobierno, en el cual pedían la libertad a presos políticos, quitar un artículo que prohibía expresar ideas de revolución, la desaparición de los granaderos, destitución de algunos jefes policiacos, indemnización a padres de alumnos asesinados en protestas y la destitución de algunos funcionarios. Desde mi punto de vista estas peticiones no generaban un riesgo para la sociedad si no una mejora para ella, pero el gobierno no solo no accedió si no que dio paso si no que dio paso a una masacre.

 

El dos de octubre miles de personas desde alumnos, maestros, grupos indígenas y niños caminaban hacia la plaza de las tres culturas en Tlatelolco, la cual ese día estaba muy resguardada por militares y fuerzas policiacas en ambas salidas, esto no limito que el mitin se llevara a cabo, desde las cinco de la tarde los lideres empezaron a compartir el pliego petitorio desde el edificio chihuahua hasta que a las 6 con 10 un helicóptero de ataque soltó dos bengalas verdes sobre la multitud, aunque esto fue raro nadie se imaginó que al igual que en las guerras esto sería una señal de ataque, de ataque hacia los ciudadanos Mexicanos. Un miembro del equipo Olimpia o “los guantes blancos” soltó un disparo hacia el cielo el cual fue seguido de miles de disparos provenientes de fusiles de militares los cuales impactaron en alumnos y niños matándolos inmediatamente, todos los estudiantes corrían para salvar su vida, ocultándose bajo los cadáveres de su amigos muertos para que las balas no los alcanzaran, metiéndose en los drenajes  o subiendo a los edificios a tratar de esconderse, tratar escapar fue inútil, el ejército tenia cerrada con tanquetas las entradas y los militares entraban por decenas para acabar con la vida de todo aquel que haya participado en las protestas o haya tenido la des fortuna de presenciar el acto, el gobierno mexicano dijo que después de un “ataque mutuo” murieron 30 persona, estados unidos dijo 200, la prensa internacional 300 y los sobrevivientes hablaban de miles de muertos.

La noche del dos de octubre fueron pocos los que tuvieron la fortuna de poder sobrevivir o escaparse, pero aquellos que no corrieron con la misma suerte fueron desnudados y torturados hasta la muerte por el ejército en los edificios junto a la plaza o fueron llevados al campo marte, en donde “se perdieron” y nadie jamás sabría de ellos, esa misma noche el ejército se encargaría de limpiar  la plaza de las tres culturas para que no se notara lo que había pasado, a la mañana siguiente, después de una masacre en la capital del país los medios no cubrieron nada y su nota principal fue el clima, 10 días después los gritos de los muertos que cayeron en la lucha se perdieron entre la euforia de unos juegos olímpicos, poco a poco a lo largo de los años la información se ha ido filtrando y la gente  ha empezado a levantar la voz, pero hoy a 52 dos años de este suceso no se han encontrado culpables y el gobierno sigue sin revelar lo que paso en realidad.

 

Es importante que recordemos lo ocurrido el dos de octubre pues es ejemplo perfecto de lo que pasa cuando la opresión le gana a la libertad y los intereses económicos a la vida de las personas, lamentablemente el dos de octubre no es solo una historia aislada en la vida de este país, pues esa matanza no termino con aquel que ahí murió, sino que es Ayotzinapa, Atenco, los desaparecidos, las asesinadas, las masacres y los oprimidos quienes luchan por este país y han sido matados por la negligencia y opresión del gobierno, la masacre en Tlatelolco nos enseñó que no se debe dividir a un país entre aquellos buenos o aquellos malos, los que me apoyan y los que no, los conservadores y liberales, que debemos escucharnos en vez de descalificarnos, que más vale dialogar que mantener tu orgullo y que nada es tan importante si el precio es la sangre de los mexicanos y hoy el gobierno, por el bien de todos, debería recordar y  aplicar lo que la masacre nos enseñó. El dos de octubre no se olvida porque a esos jóvenes, estudiantes, maestros y niños los mato el estado y jamás lo perdonaremos, nuestros hermanos murieron hace 52 años en la plaza de las tres culturas por un mejor país, por acabar con el mal gobierno y la opresión es por eso que hasta que la libertad sea más grande sea más grande que el miedo y la censura no dejaremos de gritar ¡dos de octubre no se olvida!