Hasta el cierre de la presente columna continuaba “en veremos” la conformación de la planilla del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para la presidencia municipal de Cuernavaca y la definición de la lista de diputados plurinominales. Un grupo de valientes perredistas intentaba impedir que Rodrigo Gayosso Cepeda se quedara con la posición número uno, y se daba como un hecho que el ex priísta Jorge Arizmendi García será el abanderado para la alcaldía capitalina.
Recordemos que el jueves 4 de febrero, aún con las marcadas y añejas diferencias entre las dos corrientes predominantes del PRD en Morelos, los acuerdos para la definición de quien encabezará las candidaturas perredistas a los diferentes cargos de elección popular se iban logrando.
Por un lado está Alternativa Democrática Nacional (ADN), que encabezan en Morelos Adriana Díaz Contreras y la actual dirigente estatal Cristina Balderas Aragón. Por el otro lado está Nueva Izquierda (NI), que encabeza en el estado el actual secretario general del partido, Matías Quiroz Medina. Ambas expresiones tienen dividido casi en partes iguales el Consejo Político estatal perredista: ADN cuenta con 21 consejeros y NI 18.
Desde las 10:00 A.M de ese jueves iniciaron los trabajos del Consejo Político estatal perredista, vale decir, con varios acuerdos ya logrados previamente. Se discutieron candidaturas para municipios y diputaciones de mayoría, dejando casi todo listo para votar las propuestas, sin embargo, esto no ocurrió.
Todo iba bien hasta que llegó el momento de discutir la lista de diputados locales por la vía plurinominal. La primera propuesta hecha y defendida por la presidenta Cristina Balderas y Sergio Prado Alemán de ADN, fue que la lista la encabezara el ex candidato a la gubernatura Rodrigo Gayosso Cepeda. Tan sólo la mención del nombre provocó el rechazo inmediato de los integrantes de NI, principalmente de Matías Quiroz y del ex diputado Ricardo Calvo Huerta.
Tras 14 horas de discusión los trabajos fueron suspendidos con ánimos confrontados, cerca de la medianoche. Cabe aclarar que todo lo anterior se dio vía “Zoom”, que si no, hasta sillazos habría habido, pues en eso son expertos los hermanos Prado Alemán.
El pasado fin de semana se llevó a cabo una reunión en una casa de Acapantzingo. En ese cónclave se llegó al acuerdo de que el candidato a la presidencia municipal por Cuernavaca sea el empresario educativo Jorge Arizmendi, y la abogada Ruth Arias como candidata a síndica. Todo estaba “planchado”, sólo tenía que ser validado por el Consejo, que sesionaría ayer lunes.
Sin embargo, hasta entrada la tarde los consejeros no habían sido convocados ni en forma presencial ni por “Zoom”. Sospechaban que la cúpula perredista estaba en la ciudad de México negociando las posiciones.
De concretarse la llegada de Rodrigo Gayosso al Congreso Local vía plurinominal, estaríamos hablando (como ya lo habíamos adelantado en este mismo espacio) del regreso de la Legislatura 2015-2018 pero “recargada” con varios personajes ligados a Graco Ramírez.
El connotado politólogo Domitilo Evangelista ya adelantó una posible conformación de la Quincuagésima Quinta Legislatura:
Rodrigo Gayosso (PRD); Jaime Álvarez Cisneros (MC); José Manuel Tablas, Julio Espín Navarrete, Enrique Laffite Bretón, Silvia Irra Marín, Anacleto Pedroza Flores (Morelos Progresa).
A ellos se sumarían (según la teoría de Domitilo Evangelista), Jonathan Márquez (PRI); Tania Valentina Rodríguez (PT), Juan Carlos Beltrán Toto (RSP); Nadia Lara Chávez (Fuerza por México), y Ángel Adame Jiménez (PAN).
“Todos ellos tienen en común cercanía en mayor o menor medida, con el ex gobernador Graco Ramírez, sea porque trabajaron para él, para Rodrigo Gayosso o bien, porque han sido herramientas para el cumplimiento de objetivos políticos del ex mandatario”, apunta el autor de la columna “Sombrerazos”. Coincido en lo general, aunque me resulta inexplicable que ponga en esa lista al empresario restaurantero Ángel Adame Jiménez.
Y por si no fuera suficiente esos personajes “afines a Graco”, ayer trascendió que Ángel Colín López, se registró como candidato a la diputación local XI, Jojutla, Tlaquiltenango, Tepalcingo y Axochiapan, lo cual no tendría nada de extraordinario.
Lo realmente inconcebible es que pretende llegar al Congreso Local a través del Partido Morena, pues es en ese instituto político donde se inscribió como precandidato y hasta publicó su fotografía en redes sociales.
Eso es no tener vergüenza. Ángel Colín López no es colaborador de Graco Ramírez, es su lacayo, su “lamesuelas”. Le operó infinidad de “trabajos sucios” como secretario de Asuntos Electorales del Comité Directivo Estatal del PRD, y los últimos dos años de su administración se encargó de preparar la “elección de Estado” para que llegara su hijastro Rodrigo Gayosso, y tras el fracaso electoral en 2018, se ocupó de “limpiar la casa” y dejar blindados a los funcionarios y notarios que trabajaron a favor de Graco.
El pago por su obediencia servil fue una “pensión dorada” para su esposa, dentro del paquete que autorizó “fast track” el grupo de diputados arriba mencionados. Y aunque la nueva administración y la actual legislatura han intentado echar abajo esas pensiones, (incluso la señora está bajo proceso penal por falsificación de documento) el daño ya está hecho y tendrán que dar cumplimiento a los decretos correspondientes.
Así las cosas, y salvo algunas excepciones, es evidente que Graco Ramírez va a intentar retomar el poder que alguna vez tuvo en el Congreso Local, cuando su hijastro traía a los diputados hasta uniformados.
Y no se necesita mucha sapiencia para darnos cuenta que ese control no sólo es para garantizar impunidad de una vez por todas a su administración 2012-2018 donde hay todavía algunos “cabos sueltos”, sino para perpetrar su venganza en contra de quienes lo derrotaron en forma aplastante en las urnas y que hoy ocupan los principales cargos en el gobierno estatal.
HASTA MAÑANA.