Los reporteros y camarógrafos esperaban impacientes en el restaurante “Los Arcos” donde habían citado a conferencia de prensa para un anuncio importante, pero no estaba nadie en el presídium. De pronto se le vio venir a lo lejos con su clásica figura cabizbaja y de lento caminar, contrario al exagerado garbo que caracteriza a los presidentes de otros partidos.
Don Gerardo Albarrán Cruz llegó y se puso como único ocupante de la mesa que serviría de presídium. En esta ocasión no estaban los líderes morenistas que lo acompañaron en aquella enjundiosa rueda de prensa del 31 de diciembre pasado en las instalaciones del partido en Amatitlán.
Ahí, sólo y su alma, dio lectura a un comunicado de prensa en el que hizo alusión al recurso de inconformidad interpuesto por ese partido, primero ante el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), luego al Tribunal Estatal Electoral y finalmente a la Sala Regional Federal, oponiéndose a la tan llevada y traída acta de convenio de coalición que firmaron los dirigentes estatales del Partido Encuentro Social (PES), y Nueva Alianza (PNA), así como Edi Margarita Soriano Barrera a nombre de Morena.
“Para Morena-Morelos es imperativo respetar las instituciones que son parte importante del Estado de Derecho, fundamental para continuar con el establecimiento de la cuarta transformación; y, no obstante de que no estamos de acuerdo con el resolutivo que la Sala Superior emitió para confirmar la coalición entre los tres partidos, debido a que tenemos fundada presunción de que se violentan las normas estatutarias y los acuerdos del Consejo Nacional, expresamos que acataremos dicho resolutivo, porque hay un objetivo superior que cumplir y, responsablemente, tenemos que abonar en su construcción de una democracia plena por la vía electoral pacífica”, dijo con profundo pesar.
Atrás se quedaron las arengas de que sólo permitirían una alianza con quien se rija bajo sus principios, que son, No Mentir, No Robar y No Traicionar al Pueblo y que respalden totalmente al Presidente de la Nación Andrés Manuel López Obrador en trabajar contra la corrupción.
Ahora, su discurso fue en un ámbito de “inclusión y tolerancia” e hizo un llamado a las bases de Morena a “hacer a un lado lo legal, lo jurídico, para continuar con la gran epopeya que es impulsar la revolución de las conciencias e instaurar el cambio verdadero de la vida pública de México y de Morelos, por supuesto”.
Y terminó con una frase que pareciera que estamos escuchando al mesías que todos los días trata de adoctrinarnos a través de su conferencia mañanera en radio y televisión: “No estamos por los cargos, estamos por los encargos”.
Obviamente que los cuestionamientos no se hicieron esperar: ¿Qué significa esto? ¿Termina aquí la resistencia de Morena-Morelos contra lo que consideraban una imposición desde el centro? ¿Es un llamado a votar por el candidato del PES que tanto han criticado?
Dubitativo, Albarrán Cruz contestó que los magistrados resolvieron la validez del convenio en mención, y que finalmente la vida del partido se rige por las instituciones.
- Entonces ya con esto sí van a apoyar a Jorge Argüelles para la presidencia municipal de Cuernavaca- preguntó un reportero.
- La coalición se va a organizar para que el candidato o los candidatos de los municipios a los que les corresponda tener candidatura común serán apoyados porque ese es un acuerdo que ya hay en el convenio y que lo ratifica el tribunal, así que en ese sentido vamos a ser congruentes, vamos a ser consistentes y vamos a trabajar fuerte- contestó lacónico.
- Cuál es el mensaje que le envía a las bases morenistas?- preguntó quien esto escribe.
- El llamado es el que siempre ha sido: mantengamos la unidad plena. Nosotros tenemos un objetivo superior y ese objetivo superior no se enmarca en el contexto de la asignación o de la entrega de candidaturas, se enmarca en el contexto de que todo acto de los candidatos y ya en su momento representantes populares emanados de Morena deben de tener un fin absolutamente social.
Insistió varias veces en que ellos no están de acuerdo en la coalición, pero que son respetuosos de las instituciones y como tal se allanan a la resolución. Dijo que los registros de candidatos se están llevando a cabo conforme a la lista que ya fue dada a conocer, pero “pueden surgir imponderables y la ley permite que pueda haber alguna modificación”.
No quiso entrar en detalles sobre las designaciones plurinominales que supuestamente ya están “apartadas” para otros dos hermanos del guía moral Rabindranath Salazar, su incondicional Miguel Lucia y el propio Gerardo Albarrán. Sólo contestó que están siendo analizadas y determinadas por la Comisión Nacional de Elecciones del Comité Ejecutivo Nacional y que en su momento se darán a conocer.
- Se habla de que están vendiendo las candidaturas- insistió otro reportero.
“La militancia verdadera es una fiel seguidora de Morena, y estas versiones tienen una dosis de politiquería, nosotros respetamos la libertad de expresión, pero debe haber evidencia de lo que se dice, frente a la subjetividad sólo se genera desinformación”, contestó el dirigente morenista sin perder la calma que le caracteriza.
Horas más tarde, “con todo el dolor de su corazón”, el criticado presidente de Morena en Morelos ya estaba levantándole la mano al candidato del Partido Encuentro Social, Jorge Argüelles Victorero.
Hay muchos morenistas “de a pie” que creen que lo del recurso de inconformidad ante las autoridades electorales fue sólo “un teatro” para que las bases pensaran que hubo resistencia, pero que en realidad siempre hubo una excelente relación entre Mario Delgado, Rabindranath Salazar y su gente en Morelos.
Esto se confirmará si en los próximos días sale a la luz pública la lista de asignaciones plurinominales y aparecen los parientes del subsecretario de Gobernación, Miguel Lucia y el propio Gerardo Albarrán, quien tendrá que salir otra vez con su cara compungida a decir que “no le quedó otra que aceptar la diputación plurinominal”.
HASTA MAÑANA.