La estrategia del miedo

Jesús Castillo

Rosa Isela Rodríguez Velázquez es una licenciada en Periodismo egresada de la prestigiosa Universidad “Carlos Septien” pero que por azares del destino terminó siendo la secretaria de Seguridad Pública de este país. Y está ahí porque tiene dos características: tiene fama de incorruptible y es gente de todas las confianzas del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por eso su primer puesto en el sexenio lopezobradorista fue el de coordinadora general de Puertos y Marina Mercante, aplicando su regla de 90% honestidad y 10% conocimiento de la materia. Y aunque su primer trabajo fue “escribir cartas de amor” en un periódico, la vida la fue llevando por caminos inimaginables: coordinadora del Gabinete de Gobierno, Seguridad y Procuración de Justicia cuando Marcelo Ebrard era jefe gobierno del extinto DF, secretaria de Gobierno con Claudia Sheinbaum y actualmente secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPPC) el puesto que dejó vacante Alfonso Durazo y que pretendía Omar García Harfuch.

¿Qué tiene que ver Rosa Isela Rodríguez con Morelos? La respuesta es que ella tiene mucha información sobre nuestra entidad y lo que está sucediendo a unos meses de que se lleve a cabo la votación para elegir diputados y presidentes municipales.

En un documento titulado “Estrategia de Protección en Contexto Electoral”, la SSPPC llega a una conclusión cruda y alarmante: Morelos, junto con otros seis estados, es donde existe el mayor riesgo de que los aspirantes y candidatos sean cooptados por grupos delincuenciales.

El documento comienza diciendo que el próximo 6 de junio en México habrá comicios para elegir 500 diputaciones federales; 15 gubernaturas; más de mil 900 presidencias municipales; mil 63 posiciones en congresos locales y más de 17 mil espacios entre regidurías, sindicaturas y concejales. En suma, más de 21 mil cargos.

En tanto, de septiembre de 2020 a febrero de 2021 se han registrado 73 delitos relacionados con acontecimientos políticos, en los cuales hubo 64 víctimas de homicidio, en algunas regiones del país.

El diagnóstico arroja que actualmente más de la mitad de los eventos de violencia política con asesinados y heridos se presenta en 7 entidades: Oaxaca, Guanajuato, Veracruz, Guerrero, Morelos, Baja California y Jalisco.

“Por otra parte, en Morelos, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Veracruz, Sinaloa y Jalisco existe mayor riesgo de que los aspirantes y candidatos sean cooptados por grupos delincuenciales. Entre sus estrategias de violencia están el homicidio, los secuestros, la privación de la libertad, la intimidación de familias, la quema de domicilios y la extorsión. Cooptan acercándose a los precandidatos y se coluden con actores políticos y gobiernos locales desde antes del proceso electoral. Ofrecen financiamiento o donativos en especie o les otorgan protección y personal para sus campañas”.

Lo anterior no es ningún informe secreto, es una información que la dio a conocer Rosa Icela en una conferencia de las denominadas “Mañaneras” en la que terminó diciendo que “en algunas regiones, el crimen está intentando designar candidatos, tomando el control de las finanzas, extorsionan, piden moches y diezmos, tanto a los gobiernos como a sus proveedores”.

¿Y sabe qué es lo peor? Que sí está ocurriendo. En Morelos, los diferentes carteles que se están disputando el control de la plaza, también están apostándole a sus candidatos.

De hecho, en algunos municipios y distritos electorales ya es “vox populi” que tal grupo delincuencial está apoyando a determinado candidato mientras que el antagonista hace lo propio con otro.

Por ejemplo, en el cuarto distrito electoral federal, se dice que un grupo apoya al ex alcalde de Tlaquiltenango, Enrique Alonso Plascencia (que iba por el PRD y que al final se registró como candidato de Redes Sociales Progresistas) y otro va con Amado Orihuela Trejo, el ex candidato del PRI a la gubernatura de Morelos que luego intentó cobijarse en Morena pero que al final sólo lo aceptaron en Fuerza por México.

Lo mismo ocurre en los siguientes municipios: Huitzilac, Temixco, Emiliano Zapata, Xochitepec, Cuautla, Puente de Ixtla, Amacuzac, Mazatepec y Tlaltizapán.

En esos lugares, cárteles de la droga están inyectándole recursos a algunos candidatos, tal como lo describió la secretaria de Seguridad Pública Federal, pero obvio no es de a gratis. Si ganan, tendrán que “concesionarles” el sistema de agua potable, obras públicas o alguna otra área de la administración municipal.

Esto no es nuevo. De hecho ya era una especie de tradición que “la maña” pusiera a los jefes de policía de los municipios. Esto dejó de aplicarse a partir de que el entonces gobernador Graco Ramírez implantó el llamado “Mando Único”.

De esta manera, los grupos de la delincuencia organizada ya no pudieron adueñarse de las comandancias municipales de Seguridad Pública, pero sí de los servicios de grúas y corralones. Recuérdese que a la alcaldesa de Temixco la mataron en su casa un día después de protestar al cargo porque un grupo de la delincuencia organizada le había pedido la concesión del corralón, y ella se lo dio al que en su momento era su pareja.

Hace unos días, en la conferencia matutina, Rodríguez Velázquez presentó un informe sobre el programa de protección a candidatos que implementa el gobierno de México donde dijo que, del 4 de marzo a la fecha, se han presentado 117 casos de amenazas y agresiones, de los cuales 71 víctimas son hombres y 46, mujeres.

El 82% de los candidatos agredidos son aspirantes a alcaldes, diputados locales y regidores; mientras que el 18% restante, son contendientes a distintos cargos federales. Al momento, se han registrado oficialmente 103 eventos que involucran a más de un aspirante a cargo de elección popular que han generado 60 carpetas de investigación, indicó Rodríguez Velázquez.

Además, 41 candidatos tienen medidas de protección y 22 de ellos, cuentan con policías estatales, 16 aspirantes más tienen asignados soldados de la Guardia Nacional y tres cuentan con seguridad proporcionada por “otras autoridades”.

La titular de la SSPPC, destacó que en este proceso electoral han sido asesinados y desaparecidos 10 candidatos a cargos de elección popular. Afortunadamente ninguno del estado de Morelos. Y esperamos que así siga.

HASTA MAÑANA.