Jesús Castillo
Todos los días hay fallecimientos de personas y las noticias dan cuenta de ejecuciones diarias en las que la mayoría de las víctimas son jóvenes, cuyas familias seguramente están pidiendo a las autoridades castigo para los responsables, sin embargo, el caso del joven Pablo Antonio Hidalgo Badillo debe ser considerado de primera prioridad para la Fiscalía General de Justicia que encabeza Uriel Carmona Gándara.
Sabemos que la Constitución establece que ante la ley todos somos iguales y no debe haber distinciones de ningún tipo, pero en los hechos eso es imposible y lo menos que puede darle la autoridad a la familia Hidalgo Badillo es la tranquilidad de saber que los responsables del crimen quedarán presos por el resto de su vida.
Autoridades informaron que a las 22:00 horas del domingo 4 de julio el joven de 24 años y estudiante de aviación llegó la tienda que se encuentra sobre la avenida Paseo de Burgos para realizar algunas compras.
Fue al salir del establecimiento y dirigirse a su vehículo Mazda, color negro, con placas PVL 277-B de Morelos, cuando fue interceptado por un sujeto que lo amagó con una pistola para despojarlo de sus pertenencias y las llaves del carro.
Sin embargo, el joven trató de quitarle la pistola y durante el forcejeo el atacante le disparó en por lo menos dos ocasiones. Un balazo se le alojó en el abdomen y otro más le dio en la cabeza.
Tras la agresión el responsable se echó a correr con dirección a la autopista sin que fuera detenido, mientras que algunos curiosos reportaron el hecho al 911. Minutos después llegaron paramédicos del ERUM que trasladaron al lesionado de emergencia a la clínica del IMSS de Plan de Ayala para su atención, pero horas después falleció.
Delia Gamboa Guerrero, directora del Hospital General Regional con Medicina Familiar (HGR/MF) número 1 del IMSS, explicó que “esta acción no deja de tener la parte triste porque desgraciadamente el paciente era muy joven, de 24 años, que tuvo una lesión en el cráneo por herida de arma de fuego y con ello muerte la muerte cerebral“.
“Afortunadamente contamos con el apoyo de los familiares, ya que en vida el paciente expresó el deseo de donar sus órganos; en cuanto supimos se activó todo el plan para realizar la procuración multiorgánica y que la donación fuera posible”.
Los trabajos fueron coordinados por la médica internista Angélica García y en menos de 24 horas se logró tener todas las pruebas y estudios necesarios para garantizar el procedimiento.
En esta ocasión se logró la procuración de corazón, hígado, dos riñones y dos córneas, así como piel y tejido músculo esquelético. El corazón fue trasladado a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital General y el hígado al Hospital de Especialidades, ambos del Centro Médico Nacional “La Raza”. “El corazón ya fue trasplantado el día de ayer (miércoles) y el paciente está en las mejores condiciones”, dijo.
Además, los riñones y corneas se enviaron a la UMAE Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS. El tejido músculo esquelético y la piel serán procesados en el Banco de Tejidos del Estado de México, beneficiando a más de un centenar de personas.
Antes de entrar a cirugía el donador fue despedido con una valla humana con trabajadores del Instituto, mientras una médica pasante de servicio social leyó el mensaje escrito por la madre de Pablo.
Sí. Fue despedido como un héroe porque eso es. Se dice que quienes donan sus órganos siguen viviendo a través de las personas que son beneficiadas por dichas operaciones.
Un helicóptero fue usado para transportar los órganos donados. Delia Gamboa agradeció a la familia del donante y llamó a la población a fomentar la cultura de la donación y de esta manera, dar vida después de la vida.
Aprovechó para recordarnos que todos podemos ser donadores voluntarios de órganos y tejidos, y en caso de duda consultar la página de internet del Centro Nacional de Trasplantes, o visitar la página del IMSS donde podrán registrarse como donadores voluntarios.
La sociedad tiene una deuda con ese muchacho y con su familia, por eso es que el pasado sábado amigos y familiares realizaron una marcha para exigir que se haga justicia. Consideramos que la Fiscalía General de Justicia debe poner todos sus recursos tecnológicos y humanos para dar con el o los responsables del cobarde crimen.
Y sabemos que cuando se quiere se puede hacer una investigación a fondo. Se tienen las balas, los casquillos que contienen huellas balísticas que se confrontan con la base de datos y se puede saber si fueron utilizados en otros crímenes.
También hay cámaras en los alrededores que deberán ser revisadas para tratar de ubicarlo, y checar si han ocurrido hechos similares en esa zona. La licenciada Adriana Pineda sabe cómo, no en balde tiene toda una carrera en el Cisen y en la Procuraduría de Justicia.
Es más, en este espacio somos de la idea de que la gente agradecerá más que se ofrezca una recompensa a quien dé información que permita la captura del homicida del joven Pablo Antonio que la que se pretende ofrecer para detener al famoso narcotraficante apodado “El Señorón” o “el XL”.
Y no es que no sea importante la detención de todos los capos de la delincuencia organizada, pero todos sabemos que en esos casos los más beneficiados con esas detenciones son los competidores del delincuente o sus subalternos dentro de la misma organización. Es un monstruo de mil cabezas imposible de exterminar.
Por eso consideramos que, además de una disculpa pública por no haberle podido garantizar su seguridad a Pablo, lo mejor que puede hacer el gobierno es poner todo su esfuerzo en detener a este homicida.
HASTA MAÑANA.