Jesús Castillo
Recientemente nos preguntaban qué calificación le daríamos a la LIV Legislatura que culmina sus trabajos este martes 31 de agosto a las 12 de la noche. Y nuestra respuesta fue: “depende con cual legislatura la comparemos”.
Si la comparamos con la legislatura inmediata anterior su calificación sería muy alta. Por lo menos estos diputados y diputadas saldrán por la puerta principal y no a escondidas como los anteriores.
Recordemos que desde meses antes de irse, las y los legisladores dejaron de pagar la luz, el teléfono, el internet, los proveedores y hasta a sus trabajadores. Tampoco le pagaron al Instituto de Crédito para los Trabajadores al Servicio del Estado, lo que tuvo como consecuencia que las dos últimas presidentas de la Junta Política y de Gobierno estén yendo a firmar mensualmente al Penal de Atlacholoaya. Para vergüenza de su género, ambas son mujeres.
El colmo fue el saqueo que realizaron al viejo recinto legislativo de la calle Matamoros, de donde todos sustrajeron sus curules para llevárselas de recuerdo a sus respectivas casas. Después, nadie supo quién fue, pero el hecho es que se robaron hasta las tazas de los baños y el cableado del edificio construido durante el gobierno de Lauro Ortega y que originalmente sería un teatro.
El nuevo edificio ubicado en la calle Manuel Gándara en un predio que se pagó dos veces, fue entregado incompleto por parte de la empresa contratada para ello, argumentando que los anteriores diputados les quedaron a deber.
Lo anterior, sin contar las pensiones otorgadas a funcionarios del gobierno de Graco Ramírez y familiares de los propios diputados, con constancias apócrifas de diferentes municipios y un cúmulo de irregularidades que tuvo como consecuencia que hoy varios funcionarios (menores, por supuesto) estén bajo proceso penal.
¿De qué se le puede acusar a la actual legislatura?
Dicho por una de las diputadas, Ariadna Barrera Vázquez, “la actual legislatura pasará a la historia por no haberse puesto de acuerdo en nada”. Y tiene toda la razón. Hubo demasiados cambios en los tres años que dura el periodo constitucional, tanto en la presidencia de la Junta Política como en las áreas más importantes del Congreso, y así no se puede avanzar en nada.
Pero desde nuestro particular punto de vista, lo más negativo que nos deja esta legislatura es que de nada sirvió que estuviera conformada por 14 mujeres y seis hombres, pues al final no hubo avances sustanciales a favor del género femenino.
Quizás de lo único que se va a acordar la gente es de aquellos memorables debates en tribuna entre Tania Valentina y Pepe Casas, éste último lamentándose que las mujeres hayan sido sacadas de la cocina para ponerlas de diputadas.
Pero lo peor de esta legislatura fue el asunto del diputado morenista y después pesista, Marcos Zapotitla Becerro, acusado por una de sus ex colaboradoras de haber sufrido un ataque sexual que nunca quedó claro en qué circunstancias ocurrió.
Al principio hubo un “linchamiento” por parte de las diputadas que al grito de “no es legal, es moral”, lo obligaron a abandonar el recinto legislativo, pero después quién sabe qué ocurrió, pues en las últimas sesiones el diputado Zapotitla estaba muy a sus anchas en la curul votando las iniciativas y hasta se dio el lujo de pagar una campaña publicitaria en un importante medio de comunicación.
Va a ser muy interesante observar qué pasa con ese diputado a partir del primer minuto del primero de septiembre cuando ya no tenga fuero.
Pero siendo justos, se les tiene que reconocer a los actuales diputados lo que hicieron durante estos tres años a pesar de que –como todos- sufrieron los embates de la peor pandemia mundial de este siglo.
Por ejemplo, la reforma a la Ley de Residuos Sólidos y la Ley de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente que prohibe la venta, uso y entrega a consumidores finales de bolsas de plástico, popotes y unicel.
De igual manera, la ley que hace obligatorio el uso de cubrebocas durante la contingencia sanitaria generada por el SARS Cov 2, lo que sin duda sirvió para que la gente en su gran mayoría tuviera conciencia de la necesidad de usar ese implemento en el transporte público y lugares cerrados.
Sin olvidar que, por unanimidad de 14 votos, el Pleno del Congreso del estado aprobó el dictamen por el cual se reforman diversas disposiciones del Código Penal del Estado de Morelos y de la Ley Estatal de Fauna, en materia de Crueldad Animal, por el cual se establecen penas de tres meses a cuatro años de prisión y multas de 50 a 500 unidades de medida y actualización diaria vigente. Asimismo, en caso de reincidencia, se incrementará la pena hasta en dos terceras partes.
Quedan pendientes de aprobar (a menos que lo hagan en la última sesión), iniciativas impulsadas y las leyes socialmente justas, que van encaminadas a proteger a la familia, a las mujeres y a los niños, como es la Ley Contra el Acoso Sexual en Espacios Públicos o de Acceso Público, la Creación del Instituto Morelense de Estudio de las Familias, la Ley Olimpia, y la Reforma al Código Penal para que los delitos psicosexuales cometidos en contra de niñas, niños y adolescentes no prescriban.
Y bueno, “haiga sido como haiga sido”-diría Felipe Calderón- se hicieron los nombramientos de los magistrados del Tribunal Superior de Justicia (aunque solamente Ariadna Barrera haya estado en las entrevistas a los aspirantes); de los comisionados del Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (IMIPE) y de la titular de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización (ESAF).
Queda pendiente la designación de la presidenta del Instituto de la Mujer de Morelos y de los titulares de los órganos de control interno de todos los organismos autónomos, lo que podría darse en la última sesión que sólo ellos saben cuándo y dónde se llevará a cabo.
Al término de esa última sesión, y dependiendo de lo que hayan aprobado, podremos dar el veredicto final sobre el comportamiento de la actual legislatura.
- Un detalle que fue bien visto por propios y extraños, fue que se colocaran en un lugar visible las placas que contienen los nombres de todos los integrantes de las 54 legislaturas que ha tenido el estado de Morelos. En el caso de la última, también incluyeron los nombres de los suplentes, aunque no hayan participado en ninguna sesión.
HASTA EL LUNES.