Luz y sombra de Nadia Luz

Jesús Castillo

El presidente municipal de Cuernavaca, le tomó protesta a Nadia Luz María Lara Chávez, como Consejera Jurídica del Ayuntamiento de Cuernavaca, cargo que asume tras haber concluido su función como magistrada del Tribunal Superior de Justicia del estado de Morelos el 13 de febrero del año en curso.

Así lo informó ayer el Ayuntamiento capitalino a través de un comunicado en el que resaltó la formación académica de su nueva contratación:

Licenciada y Maestra en Derecho con orientación Terminal en Derecho Penal por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Diplomados en Justicia Constitucional y actualización jurisprudencial, así como en el nuevo proceso penal acusatorio y oral.

Enseguida, los cargos que ha ocupado a lo largo de su trayectoria:

Magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia del 2012 al 2016; estuvo al frente de la Unidad de Igualdad de Género y Derechos Humanos del Tribunal Superior de Justicia como magistrada comisionada del 2020 al 2022; también ocupó la Secretaría Técnica de la Escuela Judicial del Poder Judicial del Estado de Morelos y ejerció como catedrática en la Facultad de Derechos y Ciencias Sociales de la UAEM y en diversas instituciones privadas de nivel superior en el estado.

Por alguna razón el boletín no menciona lo principal: fue juez civil del Tribunal Superior de Justicia durante 14 años antes de ser designada por el Congreso Local como magistrada numeraria el 14 de febrero del 2008.

Ya en otras ocasiones hemos mencionado en este espacio cómo se dio su llegada a la presidencia del Tribunal Superior de Justicia en mayo del 2012.

La llegada de Miguel Ángel Falcón Vega como magistrado presidente marcó el fin de las pugnas entre el Judicial y los otros dos poderes, pero esto se dio cuando el panismo estaba a punto de dejar el gobierno. En esos 12 años los dos gobiernos panistas lograron meter a varios magistrados que comulgaban con su partido, pero nunca tuvieron los suficientes votos para ganar la presidencia.

La más beneficiada con la disputa entre magistrados por el control del TSJ fue Nadia Luz María Lara Chávez, quien entró muy joven al Poder Judicial ocupando desde los puestos más modestos hasta llegar a ser Juez, y con la ayuda del entonces presidente del TSJ, Ricardo Rosas Pérez, fue nombrada magistrada en 2008.

Tras la salida de Ricardo Rosas y una desafortunada gestión del magistrado Miguel Ángel Falcón Vega en la presidencia, en mayo del 2012 Nadia Lara obtuvo el consenso de los diversos grupos que se disputaban el poder al interior del Tribunal para llegar a la presidencia con un buen margen de aceptación, a pesar de su nula experiencia en la administración pública.

Para su llegada a la presidencia fue determinante la intervención de Matías Nazario Morales, entonces coordinador de la campaña del candidato del PRI a la gubernatura, Amado Orihuela Trejo. En una reunión en el Hotel Vista Hermosa, Matías convenció a los magistrados de que Amado sería el siguiente gobernador y que él quería que la presidenta fuera Nadia.

Esa circunstancia le sirvió a Nadia para ganar la presidencia, pero en virtud de que quien ganó las votaciones en junio del 2012 fue el Partido de la Revolución Democrática (PRD), parecía que se avecinaba una nueva pugna entre los poderes Ejecutivo y Judicial.

El nuevo gobernador, Graco Ramírez Garrido Abreu, trató con desdén a la presidenta en los primeros meses de su gobierno pero después entablaron una buena relación de conveniencia.

En lo que ya pareciera ser una costumbre, el Poder Ejecutivo acusó al Poder Judicial de ser el culpable de la liberación de presuntos delincuentes y amenazó con una investigación contra jueces y magistrados. Graco no fue la excepción.

Sin embargo, agobiado por una marcha programada para el 1 de abril del 2014, el entonces gobernador preparó un multitudinario evento en el municipio de Emiliano Zapata, donde representantes de diferentes sectores harían patente su apoyo al mandatario. Ahí estuvo Nadia Lara, acompañada de los magistrados que le eran afines. Olvidando que a principios de la administración Graco declaró que había juzgadores bajo investigación por presuntos actos de corrupción, ahora el mandatario abrazó a magistrados y besó a magistradas.

Esa “relación por conveniencia” facilitó que en diciembre del 2014 el Congreso local le otorgará a Nadia Luz María Lara Chávez la ratificación en el cargo de magistrada por un nuevo periodo que terminó el 14 de febrero del 2022.

A lo largo de los 18 meses en que habían compartido el poder, todo parece indicar que la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, aprendió a aplicar la máxima de Graco Ramírez: el fin justifica los medios.

Bajo esa premisa, a la joven magistrada que en el 2012 llegó a la presidencia con el voto casi unánime del Pleno, en mayo del 2014 ya no le importaron las formas ni la imagen del TSJ, sino solamente conservar el poder.

El acta de sesión de ese 14 de mayo del 2014 quedó como ejemplo de la astucia de la hoy consejera jurídica de Cuernavaca, al habilitar a una magistrada supernumeraria (Guillermina Jiménez Serafín) como numeraria para así completar la mayoría de votos que le garantizara su permanencia en la presidencia.

Su gestión presidencial siempre estuvo bajo la sombra de un personaje siniestro: Julio Ernesto Pérez Soria, quien se jactaba de ser “la mano que mece la cuna” en el Poder Judicial.

La otra “sombra” que la perseguirá siempre, fue cuando incursionó en la política estatal al ser candidata a la gubernatura del estado por el Partido Verde en 2018 y bajarse de la carrera unos días antes de las votaciones, alzándole la mano al candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Rodrigo Gayosso Cepeda, hijastro del gobernador Graco Ramírez Garrido.

En las pasadas elecciones del 2021, Nadia Lara fue candidata a diputada federal por el Distrito Uno (Cuernavaca) bajo las siglas del Partido Fuerza por México cuyo candidato a la alcaldía era el ex gobernador Sergio Estrada Cajigal Ramírez.

Siete meses después, se integra al equipo del candidato ganador de esa contienda, José Luis Urióstegui Salgado.

HASTA MAÑANA.