- Las condiciones para el sector femenino son muy diferentes en comparación con otros años, afirma.
- Las mujeres que tenemos cargos no podemos conducirnos con soberbia ante nuestros subordinados.
Por Jesús Castillo
Margarita González Saravia es una mujer con muchas facetas. Margarita la luchadora social, la servidora pública, la empresaria, la madre, y varias más. Por eso es que, con motivo del Día Internacional de la Mujer, le pedimos que nos diera su opinión acerca de los cambios que ella ha observado a lo largo de su vida y lo que requiere el sector femenino en esta nueva etapa.
Siempre amable y sonriente, la directora de la Lotería Nacional y firme aspirante a buscar la Gubernatura de Morelos por el partido Morena, rememora sus tiempos de activista social que combinaba con sus labores de madre de dos hijas y la forma en que se abrió paso en un mundo gobernado por los hombres, hasta llegar a hoy, que las condiciones son totalmente diferentes, aunque falta mucho por hacer.
REVISTA CAUCE LEGAL: Margarita, sabemos que tú incursionaste muy joven en la lucha por mejorar las condiciones sociales de la gente, ¿qué aprendiste de esa etapa de tu vida?
MARGARITA GONZÁLEZ SARAVIA: Efectivamente, yo empecé muy joven en la lucha social; mi experiencia fue siempre de aprendizaje, fue siempre de estar cerca de la gente más necesitada en el campo y en la ciudad y convivir con esa pobreza material, pero con esa gran riqueza espiritual que tiene nuestro pueblo y de la cual aprendí mucho, fue mi universidad prácticamente.
RCL: ¿Cuáles fueron los obstáculos en cuestión de género que has enfrentado como servidora pública?
MGS: Como servidora pública te enfrentas a muchos problemas relacionados con la tradición que hay de que pues los hombres son normalmente los que dirigen las instituciones y la mujer no tiene mucho tiempo que empezó a acceder a estos puestos públicos, y tener que dirigir los procesos entonces a veces los obstáculos es que la mayor parte de los que conformaban anteriormente el servicio público eran hombres y no estaban muy acostumbrados a ser dirigidos por mujeres, entonces yo siempre he tratado de no actuar igual que ellos —en términos de una cultura de machismo, de soberbia, de imposición, porque pues así fueron formados muchos de ellos y entre ellos compiten de esa manera— sino tratar de poner en el centro los conceptos, los proyectos, los ideales, hacia dónde vamos, para que podamos trabajar en equipo.
RCL: ¿Qué sientes de ser servidora pública en este proceso social que estamos viviendo?
MGS: yo fui servidora pública en diferentes gobiernos y te puedo decir que hay una gran diferencia cuando eres servidor público solamente para hacer eficiente y cumplir a cuando eres servidor público porque tienes hoy es parte de un proyecto de transformación o de ideales. Creo que esto es para mí la culminación de un proceso de muchos años en donde te dan la oportunidad de realizar el servicio público para una proceso de transformación real de la sociedad que implica muchas cosas; implica seguir los lineamientos generales que nos ha puesto el Presidente Andrés Manuel López Obrador como el tema de un gobierno austero; un gobierno que sirva al pueblo, un gobierno que use los recursos de manera muy estricta para los programas sociales, un gobierno que vea más por la gente que por la burocracia y yo creo que para mí ha sido una gran oportunidad poder ser servidora pública en un proceso general de transformación y en eso estoy muy agradecida.
RCL: ¿Para ti qué significa la conmemoración del 8 de marzo?
MGS: El 8 de marzo es producto de una lucha de muchos años en la que nosotros también participamos desde los años 70s para abrir los espacios hacia las mujeres no solamente en el servicio público sino en todas las ramas. Desde la propia casa, desde las propias familias, en que la mujer fuera considerada como un ser igual de y que tuvieran las mismas oportunidades que los hombres. Entonces sí fue una lucha muy larga, tuvimos asambleas —me acuerdo muy bien aunque estaba muy jovencita— no dejábamos entrar a los hombres a las asambleas y con el tiempo hemos ido madurando, entonces este 8 de marzo me parece que ya se dan circunstancias muy diferentes a la de aquellos años. Este 8 de marzo yo le haría un llamado a todas las jóvenes que ahora luchan por los derechos de las mujeres para que lo hagan de manera pacífica porque las mujeres lo que menos debemos hacer es poner ejemplos de violencia; creo que las mujeres tenemos la capacidad de organizarnos, de salir adelante, de conjuntar esfuerzos y entender que solamente con acciones democráticas y pacíficas vamos a seguir cambiando las circunstancias de nosotras mismas.
RCL: Si volvieras a nacer ¿harías lo mismo?
MGS: De lo que viví no me arrepiento para nada. Creo que la vida te pone muchas circunstancias en el camino y es como tú las tomas. Creo que sigo con los mismos ideales que de joven, tal vez hubiera estudiado un poquito más porque me tardé mucho en hacer la carrera por estar en la lucha social pero bueno fueron circunstancias de la vida. También te diría que pudiera haber tenido la posibilidad de convencer a muchas más personas de qué es importante para México.
RCL: ¿Cómo influyó tu activismo político en tu vida familiar?
MGS: Yo fui mamá cuando estaba en la lucha social —tuve a Isabel, mi primera hija— y pues era difícil era complicado porque yo no quería dejar de estar participando en los movimientos del campo eran movimientos fuertes, movimientos de muchas controversias sociales, teníamos que estar de un pueblo a otro de una tierra a otra ayudando a la gente y yo cargaba con Isabel a todos lados y me acuerdo una vez que estábamos ahí en la sierra Triki entre lodazal y se me había terminado la leche y ya no tenía leche en polvo para darle y pues le di de comer directamente de las vacas y son cosas que luego como que dices híjole ¿no estaré descuidando mucho a mi hija? También me acuerdo de que en la marcha del 88 me subieron a un camión y me acababa de enterar ese día que estaba embarazada y estaba arriba con las banderas con Lucía mi hija, entonces ellas se acostumbraron durante toda su vida a estar cerca de mí en todos los aspectos sociales de lucha y todo, pero también llegó una época en que tuve que lógicamente ir dejando cosas que para mí eran fundamentales como estas actividades y dedicar también más tiempo a ellas. Hemos mantenido siempre una buena comunicación de respeto de cariño y creo que lo que ellas vivieron conmigo también las he hecho mujeres de conciencia social y para mí esa es la educación más importante.
RCL: ¿Cuál es el legado que quieres dejar para tus hijas y ahora tu nieta que viene en camino?
MGS: Pues es para mis hijas y para mi nieta, quiero dejarles el legado de la libertad; quiero que ellas luchen por esa libertad de ser lo que quieran ser en la vida pero que también piensen en los demás que no sea una lucha egoísta de su parte de ninguna de las tres sino que siempre lo que hagan también sea pensando en cómo pueden ayudar a los demás y para mí ese es el principal legado que les puedo dejar; ser libres pero también con una conciencia social.
RCL: Además del servicio público Margarita González Saravia también es una mujer empresaria y como ha sido incursionar en una actividad que también se consideraba sólo para hombres.
MGS: Bueno, después de que tuve a mi segunda hija decidí —bueno, no decidí sino que era circunstancial— pues me obligaron a ahora sí que a tener un trabajo más estable, porque en aquellas primeras épocas de lucha social no es como ahora que están bien los partidos y reciben un sueldo, son diputados reciben un sueldo en aquella época no, todo era voluntario entonces ya cuando tuvieras hijas pues ya era una responsabilidad mayor de tener que generar recursos para la manutención de la casa y en ese sentido pues decidí también pues abocarme a generar los mismos a través de la creación de algunas pequeñas empresas que resultaron bien porque yo digo que todas las empresas son de mucho trabajo, saber administrar y ahorrar; entonces trabajé en alguna época en una empresa familiar y aprendí mucho, y después puse mi propia empresa de organización de congresos y eventos comerciales, en esa empresa estuve 14 años, con ella mantuve una buena parte de la familia y bueno creo que también hay mucha satisfacción en la creación de fuentes de empleo y ayudar otras familias a través de estas actividades.