El 17 de junio de 2016, siendo gobernador Graco Ramírez y jefe de la Policía Alberto Capella, los reporteros fuimos convocados a una inusual conferencia de prensa en el restaurante Los Arcos, en pleno centro de Cuernavaca. Ahí, apareció una joven mujer con rasgos indígenas acompañada de una veintena de hombres con el rostro cubierto que llevaban machetes de los que usan para trabajar el campo, y presentó a la que según ella sería la primera policía comunitaria del estado de Morelos, también llamados “autodefensas”.
Explicó que provenían de la comunidad “El Chivatero”, municipio de Ayala, donde en los últimos meses se habían recrudecido los actos de violencia y la autoridad no había tenido la capacidad de tomar el control.
“Esto es por la necesidad que vemos ante tanta inseguridad, tanto en nuestro municipio como en los alrededores del estado de Morelos, ya que en el modelo del Mando Único no ha hechos las cosas como se deben de hacer nos vemos en la necesidad de integrar esta policía comunitaria para resguardar nuestras vidas, para resguardar nuestros bienes y para que no se siga haciendo más injusticia en nuestra comunidad” explicó la que se identificó como Adelaida Marcelino Mateos.
Al terminar la conferencia de prensa, los integrantes de las autodefensas se retiraron a almorzar a unas cuadras del zócalo de Morelos y hasta ahí llegaron elementos del Mando Único y detuvieron a 13 personas, entre ellas tres menores de edad, dos mujeres y un hombre.
Al otro día, los diarios nacionales dieron cuenta de “las autodefensas que sólo duraron dos horas en Morelos”. Más tardó en enterarse Graco Ramírez, que la Policía del Mando Único en disolver lo que a todas luces era una provocación para su gobierno.
A los encapuchados los tuvieron que dejar libres al no encontrar argumentos legales para procesarlos, pues el Ministerio Público consideró que sus machetes no podían ser considerados armas, toda vez que los detenidos acreditaron que los utilizaban para las labores del campo, que era su actividad diaria.
La que ya no apareció fue la joven indígena. Su mamá denunció ante la Fiscalía General del estado que después de esa conferencia de prensa en Los Arcos no la habían vuelto a ver.
“Celia Mateos dijo temer que elementos de la Comisión Estatal de Seguridad (CES), a cargo del comandante Alberto Capella Ibarra, hayan detenido a su hija y se nieguen a presentarla. Aseguró que su hija había denunciado en reiteradas veces que el mando único en Morelos no funciona”, publicó La Jornada en su edición del lunes 20 de junio.
La Fiscalía General del Estado se movilizó para encontrar a Adelaida Marcelino, pues el escándalo nacional de que surgiera un grupo de autodefensas en Morelos, se agravaba con la noticia de que su lideresa estuviera desaparecida. Por eso cuando fue localizada, el entonces fiscal general Javier Pérez Durón (sobrino político del gobernador), citó a conferencia de prensa para informar que había sido hallada con vida. Pérez Durón confirmó que Marcelino Mateos se refugió de manera voluntaria en la Sierra de Tlapa Comonfort, del estado de Guerrero.
“En ese sentido, aseveró que derivado a un acuerdo con Adelaida Marcelino y las autoridades estatales, ya no habrá la creación de algún grupo de autodefensa en Ayala, tal como lo anunció en su momento. Derivado de ello, Marcelino Mateos no enfrentará ningún cargo y ninguna investigación por parte de la Fiscalía General del Estado, además de que mantendrán, de manera permanente, diversos recorridos de seguridad y operativos en la comunidad Emiliano Zapata de «El Chivatero», del municipio de Ciudad Ayala”, decía el boletín de la FGE.
El portal de noticias La Silla Rota, publicó un amplio reportaje en el que dio a conocer que Adelaida Marcelino Mateos encabeza a un grupo denominado “Los Marcelinos”, que mantienen diferencias con el Frente Popular Revolucionario (FPR).
“Ella fue oficial del Registro Civil en Ayala durante el gobierno del alcalde panista José Manuel Tablas Pimentel, quien actualmente es diputado local. Gabriela Marcelino Mateos, hermana de Adelaida fue cuarta regidora suplente durante la administración del panista.
“El 3 de febrero de 2015 fue desaparecido Gustavo Salgado Delgado, activista social y dirigente del FPR en Morelos, lo último que se supo de él fue que estuvo en una reunión en El Chivatero, de la colonia Emiliano Zapata de Ayala”, publicó el sitio digital.
“La actividad política de nuestro compañero ha sido constante en la defensa de la tierra para trabajarla y para la vivienda en el municipio de Ayala, para trabajadores migrantes de la Montaña de Guerrero y Oaxaca” pudo ser la causa de la desaparición de Gustavo Salgado Delgado, dijo en un comunicado el FPR.
El cuerpo del activista y líder del FPR fue localizado un día después en el paraje de Las Huilotas, en Ayala, estaba decapitado. Dos hermanos de Adelaida Marcelino Mateos fueron detenidos e implicados en el homicidio de Gustavo Salgado Delgado, por lo que los roces entre “Los Marcelinos” y el Frente Popular Revolucionario aumentaron.
De acuerdo a las primeras investigaciones, se estableció como posible móvil del homicidio un conflicto por posesión de terrenos que se ubican en la reserva ecológica en El Chivatero, donde Gustavo Salgado Delgado tenía contacto los pobladores para que trabajaran la tierra y que esta fuera ocupada con fines inmobiliarios.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó el asesinato Gustavo Salgado Delgado, “según la información disponible, desde septiembre de 2014, Salgado Delgado habría recibido una serie de amenazas de muerte presuntamente por parte de agentes de la policía del municipio Ayala (en el gobierno del panista José Manuel Tablas Pimentel). Dichas amenazas supuestamente estarían relacionadas con sus labores como defensor de los derechos humanos (…) La Comisión destaca la importancia de seguir líneas de investigación que tengan en cuenta si este asesinato fue cometido como represalia por las labores que desempeñaba Salgado Delgado…”.
El 13 de junio de 2016, previo al juicio oral contra “Los Marcelinos”, se desató un enfrentamiento en El Chivatero entre este grupo e integrantes del FPR. Ambos bandos se acusaron de la agresión. Entre los heridos se encontraba Juan Peña, unos de los testigos clave en la investigación del homicidio Gustavo Salgado Delgado.
De acuerdo con testigos, un grupo encabezado por Adelaida Marcelino Meteos -familiar de los acusados del asesinato del líder del EPR-, y su esposo Eduardo Sánchez Tapia, ayudante de esa comunidad, habrían provocado el enfrentamiento con machetes, palos y piedras, presuntamente con el objetivo de evitar que el testigo se presentara a declarar en el juicio contra “Los Marcelinos”.
Ya existía un antecedente de este tipo, el 26 de enero de 2016, hombres armados dirigidos presuntamente por Adelaida Marcelino Mateos, acudieron al domicilio de Rufino Mateos Méndez, testigo del caso Gustavo Salgado Delgado, para agredirlo a él y a su familia.
Adelaida Marcelino Mateos fue presentada ayer por la gobernadora electa Margarita González Saravia, como próxima titular del Instituto Indígena del Estado de Morelos, órgano de nueva creación que formará parte de su gobierno a partir del primero de octubre.
HASTA MAÑANA.