Por Janet Castillo Nava
El pasado 31 de julio el Jardín Borda realizó una de las mejores noches de museo, esta llamada “Noche Mística”. Una exposición llena actividades y simbolismos fantásticos y misteriosos, empezando por el sonido ambiental con el que la zona te recibe, una mezcla enigmática de frecuencias y cantos que de manera transversal te hace sentir mucho más espiritual.
Después de la tercera llamada por fin conocemos a algunos de los responsables de esta práctica: Marco Calderón, Mariana López y las grandiosas tarotistas María José García, Karina García, Jazmín Rocío Reyes Amaya y no menos importante la médica esenio Abril Cruz, quien posteriormente nos guio en la armonización de grupo.
Al bajar por las escaleras hacia el centro para el trabajo en grupo comenzó a subir la notoriedad del elemento espiritual, prueba de que esto estaba bien pensado y elaborado. La guía indicó que nos tomáramos de las manos con la izquierda arriba de la mano derecha de la persona a nuestro lado, esto por el flujo de energía establecido: La derecha da, la izquierda recibe. Creando así un camino libre para la energía que iba a correr cuando comenzara la armonización, un ejercicio precioso ya que uno de los objetivos es visualizar a todos con amor por lo que después de los minutos de silencio al abrir los ojos tendrás como resultado sentirte mucho mejor. Sea sincero consigo mismo lector, usted sabe y siente cuando la energía es buena sin importar la religión o creencias que profese, esto es un don que la creación otorgó a cada uno de nosotros los seres vivos.
Para seguir deleitando al observador, los encargados invitaron a ver el tarot de Astié, una creación del artista Francisco “pelón” Astié en donde a través de 22 cartas llenas de simbolismo y color nos cuenta el camino del loco y nos invita a un viaje introspectivo y de conexión con el universo, recordando la complejidad del alma que cada uno alberga dentro de su ser.
Por último lo que todos esperábamos las lecturas exprés de tarot, donde cada espectador pasó con una de las tarotistas y en un periodo de tres a ocho minutos nos dijeron lo que teníamos que saber no lo que queríamos, una ética que me gustó pues cumple la función por la que el tarot fue creado: ser una herramienta de autodescubrimiento, reconocimiento y de guía que muestra la existencia eterna de la dualidad pues si no existiera esta ¿Cómo podríamos ser capaces de evolucionar?
Creo fielmente que al igual que un libro, las exposiciones tienen como objetivo mostrarte un nuevo mundo, una actividad nada sencilla pues necesita seguir múltiples pasos para lograr esa experiencia agradable de asombro, aquella que hace que tu piel se erice, tu boca se curvee en una ligera “o” al mirar cada pequeño detalle de la obra o que incluso te haga sonreír entre otras.
Todas estas emociones y reacciones fuero algunas de las que vi en cada espectador de esta hermosa noche, que espero vuelva a repetirse o que sea el antecedente de muchas más.
Un agradecimiento enorme y muchas felicitaciones a los creadores que tardaron dos años en curar una nueva y única experiencia.