El alcalde incómodo

Los organizadores del evento celebrado el pasado miércoles en la estación del Ferrocarril de Cuautla con la presencia de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, llegaron a la conclusión de que no era conveniente que asistiera el presidente municipal del lugar, Jesús Corona Damián, pues hace un par de meses en La Mañanera del Pueblo, se dio a conocer que el edil estaba siendo investigado por la Fiscalía General de la República (FGR) por presuntos nexos con la delincuencia organizada.

Todos coincidían en que una fotografía de la mandataria con el edil que salió en el video departiendo con un presunto narcotraficante apodado El Barbas, habría sido utilizada por “la derecha” para insistir en la narrativa de que hay un “narcogobierno”, así que decidieron solicitarle amablemente que se abstuviera de asistir.

La primera dificultad que tuvieron fue para encontrarlo, pues desde hace unas semanas el alcalde mantiene una estrategia de seguridad que lo hace ilocalizable. Pero lo más sorprendente fue la respuesta del edil: “A mí me invito la presidenta y voy a ir acompañado de mi gente”.

Además del tema de la fotografía con la presidenta, los organizadores vieron que existía un riesgo de enfrentamiento, pues se juntarían en un mismo lugar los seguidores del alcalde en funciones y los del expresidente municipal de Cuautla, Rodrigo Arredondo, quien sigue teniendo gran influencia en esa región.

Y efectivamente, aquello parecía un concurso de porras. Tal como lo prometió, el alcalde Jesús Corona arribó a la vieja estación del ferrocarril cargando un enorme cuadro de Emiliano Zapata y acompañado de un contingente, en su mayoría empleados del Ayuntamiento.

Los organizadores se miraron unos a otros, sin ponerse de acuerdo en qué hacer. Jesús Corona insistía en que había sido convocado por la Ayudantía de la Presidencia (antes Estado Mayor Presidencial) y que el protocolo establece que en todo acto oficial debe estar presente la autoridad municipal en cumplimiento al artículo 115 constitucional.

De pronto bajó del templete la secretaria de las Mujeres, Citlali Hernández, y se le acercó al munícipe. “Si no te vas no va a llegar la presidenta”, aseguran que le dijo.

“Citlalli Hernández y Jesús Corona fueron captados en el área asignada para el ingreso de servidores públicos e invitados, detrás del espacio en donde se ubicó el templete; después de una breve charla, un hombre acompañó al alcalde quien se retiró por la puerta de atrás”, reportó el periódico nacional El Financiero.

Según otras fuentes, el principal argumento que le dio la robusta funcionaria fue que se trataba de un evento “sólo para mujeres”.

Y sí, efectivamente sólo había mujeres dentro del improvisado auditorio, lo que no impidió que un grupo de ellas interrumpiera el discurso de la presidenta con gritos de ¡seguridad! ¡seguridad!

La presidenta no perdió la compostura pero sí tuvo que cambiar su discurso al notar que los gritos se hacían más fuerte a pesar de que otra parte del público coreaba el clásico ¡presidenta! ¡presidenta!

“Sí, también ya hablé con Margarita (González Saravia), ¿sí es cierto Margarita?… a ver, espérenme tantito, ¿qué fue lo primero que te dije cuando llegué a Cuautla?”, dijo la presidenta a la gobernadora, sin que los gritos cesaran.

“Que íbamos a hacer una acción especial para toda esta zona de Morelos, para la seguridad en el estado”, agregó. “Ya les vamos a informar. Va a ir Margarita al Gabinete de Seguridad, vamos a venir si nos invita al Gabinete al edificio de Gobierno de Morelos para poder revisar las acciones necesarias”, dijo la mandataria nacional para dar por terminado el tema de la seguridad y pasar al motivo de la reunión.

Aunque Sheinbaum Pardo aparentó no molestarse por los gritos, quienes la conocen aseguran que la presidenta nunca olvida este tipo de detalles y seguramente preguntó quiénes estaban atrás de ese espectáculo, porque espontáneas definitivamente no eran.

También, sigue siendo una incógnita el saber quién invitó a Jesús Corona al evento y después se arrepintió y tuvieron que mandar a Citlali Hernández (¿qué no había varones que cumplieran con esa encomienda?) a pedirle que se retirara.

El hecho es que el alcalde de Cuautla está resultando incómodo para la figura presidencial y también para la gobernadora Margarita González Saravia. No es un secreto para nadie que Jesús Corona es “el prietito en el arroz” de los 36 alcaldes y alcaldesas de Morelos, el que siempre va a contracorriente, el que se equivoca en la elección de sus funcionarios y el que nunca contesta cuando se le requiere.

Ahora bien, lo que es indubitable es que, a pesar de todos los esfuerzos de las autoridades en sus tres niveles, Cuautla sigue siendo un “foco rojo” en materia de seguridad. El mismo día que estuvo la presidenta, por la noche continuaron los asesinatos y los ataques a comercios que no acceden a pagar el “derecho de piso”. Ayer estuvimos en la heroica ciudad y no advertimos una mayor fuerza de reacción de las corporaciones federales y estatales.

Es decir, no se notó la mano del gobierno después de ese discurso de la estación del Ferrocarril. La única novedad es lo que publicó ayer en su muro el periodista Javier Jaramillo Frikas: Mañana (o sea hoy) habrá relevo en las oficinas de la Fiscalía General de la República en Morelos. Hugo Bello Ocampo, el reconocido abogado morelense, deja el cargo.

“Todo indica que será Ulises Lara López, ex vocero de la fiscalía en CDMX con Ernestina Godoy y posterior titular de esa fiscalía con Martí Batres (ya en campaña Godoy al Senado y Claudia Sheinbaum a la presidencia) quien se haga cargo de la delegación de FGR en esta entidad”, escribió.

Ulises Lara ha sido polémico por dos razones: porque estudió en una Universidad “patito” llamada Centro Universitario Cúspide, y porque prácticamente “rescató” al ex gobernador de Chihuahua, Javier Corral, cuando iba a ser detenido por elementos de la Fiscalía de aquel estado que previamente habían dejado un oficio de colaboración en las oficinas de la Fiscalía capitalina. “Decidimos no colaborar”, dijo el funcionario antes de llevarse al hoy senador a sus oficinas y de ahí dejarlo en libertad.

HASTA EL LUNES.