Ayer, el Consejo Local del Instituto Nacional Electoral (INE) en Morelos realizó los cómputos de la elección del 1 de junio para los cargos de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Tribunal de Disciplina Judicial; Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación; Tribunales Colegiados de Circuito y Juzgados de Distrito del Decimoctavo Circuito Judicial.
En la sesión extraordinaria presidida por el consejero presidente, Dagoberto Santos Trigo, se dio lectura a las actas finales. Acto seguido, las y los integrantes del colegiado las firmaron y, luego, se colocaron al escrutinio de la ciudadanía en la parte exterior del edificio delegacional, en la colonia La Pradera.
Los que están ahí son los números oficiales que resultaron del ejercicio histórico de elegir mediante el voto ciudadano a las personas que habrán de realizar la difícil tarea de impartir justicia en las diferentes materias y exclusivamente en el fuero federal.
Desde el mismo día del proceso comicial, las protestas no se hicieron esperar. Las fallas técnicas y logísticas del 1 de junio no fueron simplemente errores aislados, sino resultado de una planeación improvisada, con recursos limitados, sin pruebas piloto previas ni protocolos claros para una elección judicial de esta escala.
El balance general deja una lección clara: sin infraestructura electoral sólida, profesionalización y presupuesto adecuado, el ejercicio de democracia directa corre el riesgo de convertirse en una simulación.
Estas inconformidades reflejan un proceso que, si bien fue histórico e innovador, enfrentó severas críticas por su ejecución: falta de recursos, errores masivos en las listas, politización evidente, uso indebido de símbolos proselitistas y baja participación ciudadana. Organismos internacionales como la OEA señalaron falta de transparencia, polarización y posibles conflictos de intereses, advirtiendo que no recomiendan replicar este modelo.
Ante la falta de pruebas para calificarla como un fraude, el pasado 10 de junio en este mismo espacio sólo atinamos a decir que “hubo cosas raras” en la elección judicial. En los siguientes días recibimos información que confirma que realmente hubo fenómenos extraños, pero que desgraciadamente es imposible comprobar, además de que las candidatas y los candidatos son los menos culpables.
Por ejemplo, hay un usuario en X que se llama Gustavo García Arias (@GustavoGarciaMH) que publicó en su cuenta que en la elección judicial 2025, “detectamos un patrón sistemático: en casi todos los distritos, las candidaturas ganadoras del Poder Ejecutivo ocupan el número más bajo en la boleta. Esta “coincidencia” se repite en todo el país y en distintas materias, a tal grado que las probabilidades estadísticas de que ocurra por azar son prácticamente nulas. Además, muchas de estas candidaturas nunca hicieron campaña ni figuraron en la vida pública local. Esto no es el Ballot Order Effect, sino una posible anomalía estadística que urge investigar y auditar ¿Error del sistema de captura? ¿Asignación sesgada? La transparencia y la certeza electoral están en juego”.
“…el tema es que al parecer hay un fallo en el sistema de conteo del INE que le dio ventaja a los candidatos PE y que tuvieran además el número más bajo de candidatura! ¡Así ganaron perfiles que no hicieron campaña y que ni ellos mismos supieron el motivo por el cual ganaron! ¡Eso sucedió en Morelos, Estado de Mexico, ¡CDMX y se ha detectado en muchos otros estados de la república!”, me escribió un excandidato.
Otro más, me hizo notar que casi todas las mujeres les ganaron a los hombres. “O sea, en la elección del 2024 solo ganaron 3 Alcaldías y ahora cómo es posible que en todas las Magistraturas entren mujeres. ¡¡La desconocida Aletia obtuvo 48,000 votos!!“
Sólo para tener una referencia, Eder Rodríguez Casillas ganó Jiutepec con 45 mil 690 votos, de acuerdo con las estadísticas del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac).
¿Se acuerdan de los famosos “acordeones” que comenzaron a rolar en las cuentas de Whatsapp y que supuestamente correspondían a la lista de “palomeados” por Morena a nivel nacional? Pues resulta que en el Distrito Dos ganaron todos los que aparecían en esa ilustración.
En el Distrito Uno, de los que venían en el acordeón mencionado, sólo perdieron Aldo Salazar y Bertha Paredes. ¿Qué pasó ahí? Nunca lo sabremos con veracidad.
Y como decía Felipe Calderón: “Haiga sido como haiga sido”, ellas y ellos serán nuestros juzgadores electos mediante el voto directo del pueblo (aunque sea sólo el 13 por ciento del padrón electoral), y en el trabajo diario se irá viendo si fue una decisión acertada o no.
Seguramente ya vieron en Facebook la publicación del Juez Erik García Jáuregui, quien explica que comenzó su trayecto en 2006 y el pasado 1 de junio no tuvo los votos suficientes para quedarse como juez de Distrito. En 2022 después de resultar vencedor de un concurso de oposición en el que participamos más de 1200 aspirantes, tomé protesta como juez federal ante el pleno de la SCJN y del CJF.
Uno de los días más especiales de mi vida profesional fue ver mi nombre publicado en el Diario Oficial de la Federación ese 24 de noviembre de 2022, fue regalo de cumpleaños adelantado. Le hablé a mi papá y le dije: “Cambié mis estrellas.”
La sensación de resultar vencedor de un concurso por tus conocimientos no tiene comparación. Ese hijo de una maestra de primaria. Ese hijo de un vendedor, lo logró. Sin padrinos, sin influencias, sin dedazos. Solo con trabajo, esfuerzo y mérito.
Esta “elección judicial” levanta toda clase de sospechas. Y claro que hay lugar a dudas, con cifras irreales y todo mundo lo sabe, hasta los “ganadores” lo saben. En Guerrero tuvimos entidades en donde “votó” el 120% del padrón electoral y cientos de casillas con exactamente la misma cantidad de votos. Ahí está su legitimación.
P.D. Dejo foto del broche y credencial que nos entregaban cuando ser designado juzgador federal tenía significado.
HASTA EL LUNES.