En el proceso comicial que se avecina será interesante ver la reacción del electorado con respecto a la reelección. Los mexicanos hemos escuchado tanto la frase “Sufragio efectivo, No reelección” (en Cuernavaca hasta una calle tenemos con ese nombre) que sólo con mencionarlo sentimos como si estuviéramos cometiendo un sacrilegio.
La reelección es un signo característico de los regímenes dictatoriales, pero el espíritu de la reforma legal para el caso de los presidentes municipales es que la mayoría de las veces no es posible concluir una obra realmente trascendente en tres años, por lo que se decidió darle hasta seis años a un alcalde para que materialice su proyecto de trabajo.
Para el caso de los diputados –y ésta es una apreciación personal- la reelección fue solamente por conveniencia y porque ellos como hacedores de las leyes pueden poner lo que quieran al fin y al cabo son quienes las aprueban. De ahí que los legisladores no solamente se adjudicaron el derecho de permanecer en el cargo otros tres años, sino que incluso le agregaron el beneficio de no tener que pedir licencia.
Habrase visto mayor desfachatez: que una persona sea diputado y candidato al mismo tiempo. Pero como decíamos, ellos son los hacedores de las leyes y pueden hacer con ellas lo que les plazca.
Los alcaldes no tienen esa facilidad. El Código de Instituciones y Procedimientos Electorales para el Estado de Morelos, establece la obligación de renunciar o pedir licencia a cualquier cargo público, 90 días antes del día de la elección, si es que se aspira a presidente municipal, síndico o regidor.
Así, el alcalde que pretenda reelegirse, deberá pedir licencia tres meses antes y dejar en su lugar a un encargado, de preferencia que sea de su confianza para que luego no lo vaya a desconocer, como ocurrió hace años en un municipio de la zona sur.
En las elecciones del 2018, primera vez que se permitía la reelección, sólo lo lograron algunos munícipes: Agustín Alonso, en Yautepec; Fernando Aguilar Palma, en Emiliano Zapata; Francisco Erick Sánchez Zavala, en Yecapixtla y Luz Dary Quevedo, en Tetecala.
Para las votaciones de junio del 2021 el pasado fin de semana ya se inscribieron dos y quizás sean los únicos con posibilidades de volver a ganar en las urnas su derecho a permanecer en el cargo hasta el 2024.
Se trata de Juan Ángel Flores Bustamante, actual alcalde de Jojutla, y Rafael Reyes Reyes, de Jiutepec, ambos por Morena.
Aunque el 19 de septiembre del 2017, cuando ocurrió el peor terremoto en la historia de Jojutla, el presidente municipal era Alfonso de Jesús Sotelo, el mérito de Juan Ángel Flores fue haber respondido primero como jojutlense y después ya como alcalde, en la atención a la tragedia.
Tras una derrota en 2016 que él atribuye a una orden de su ex jefe Graco Ramírez, en las elecciones del 2018 –ya con las siglas de Morena- Flores Bustamante arrasó en las urnas y desde el principio empezó a trabajar para lograr la reconstrucción de su ciudad, la cual está prácticamente terminada.
Luego, con su novedosa forma de vigilar el municipio con el uso de drones, ha logrado reducir la delincuencia, por lo menos la no organizada, que es la que pega a las familias de nivel socioeconómico medio.
Pero consideramos que lo que puede llevar a Juan Ángel a un segundo periodo en el gobierno municipal, es que es un alcalde de 24 horas que siempre está disponible para atender las necesidades de sus gobernados.
En el caso de Rafael Reyes Reyes, recordemos que también ya había intentado ser alcalde bajo las siglas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y perdió ante Manuel Agüero Tovar, quien habiendo sido toda su vida priísta en el 2015 negoció la candidatura del PRD y ganó en las urnas.
La revancha vino en el 2018, cuando a pesar de que Manolo orquestó una “elección de Estado” con la ayuda de su alcalde interino, José Antonio Albarrán, la sociedad jiutepequense no le perdonó sus abusos y el saqueo que estaba haciendo, y prefirió darle el voto a Rafa Reyes, a quien no le ha sido fácil gobernar.
Una deuda cercana a los 700 millones de pesos, una pandemia mundial que mantiene al Ayuntamiento con el 25 por ciento de su personal, y una disputa entre cárteles por el control de la plaza que genera decenas de ejecuciones semanales, le han impedido a Rafa Reyes dar los resultados que todos quisiéramos.
Por eso consideramos que se merece una segunda oportunidad y puede lograrlo, a pesar de que “El Rey del Tik Tok” haya logrado juntar a dos partidos (el PRI y el PRD) para tratar de regresar a seguir saqueando al municipio.
ACLARA QUE NO ES HIJO DE NELSON TORRES MONDRAGON
Acuso recibo de la siguiente carta aclaratoria:
Por medio de la presente, me dirijo a Usted, al igual que a sus respetables lectores, para aclarar lo siguiente:
En su columna “Estrategias”, del 25 de enero de 2021, titulada: “Los cazadores de liderazgos”, dedica un sustancioso comentario hacia los precandidatos del Partido Renovación Política Morelense. En torno a eso, agradecemos el análisis y profundidad con los que concibe el tema político. Empero, haciendo uso de mi derecho de réplica, es necesario precisar:
- Su servidor, Nelson Torres Salgado, precandidato de RPM a la alcaldía de Zacatepec, no posee ningún vínculo consanguíneo con Nelson Torres Mondragón (otrora alcalde de Jojutla), como lo afirma en su columna.
- Soy originario de Zacatepec; ingeniero (de profesión); he trabajado arduamente en las filas de RPM. Cabe decir que Renovación Política Morelense es un partido de reciente creación, cuya filosofía y principios se resumen así: “buscamos renovar la forma de hacer política”. Nuestra única alianza es con los ciudadanos del estado. Por tanto, resulta indispensable esclarecer el contexto, solicitando, atentamente, la publicación de esta carta. Atentamente: Nelson Torres Salgado
HASTA MAÑANA