El próximo 16 de marzo se llevarán a cabo las votaciones para elegir al nuevo comité directivo de la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos (FEUM) para el periodo 2021-2023, tras una gestión más que discreta del joven Erick González García, y con la característica de que la etapa de proselitismo se está llevando a cabo –por primera vez en la historia- totalmente en medios electrónicos.
Eso es algo que jamás se lo hubieran imaginado Luis Arturo Cornejo Alatorre (actual secretario de Educación); Víctor Rubio Herrera (actualmente jubilado como trabajador de la UAEM); y Jorge Meade Ocaranza (ex candidato a gobernador, hoy delegado del PRI en Veracruz), sólo por mencionar algunos de los que presidieron esa organización y que hoy todavía viven.
Pero lo que tampoco se hubieran imaginado, es que una organización estudiantil que llegó a tener tanta fuerza política en el estado, hoy esté prácticamente reducida a un membrete.
Recientemente platiqué con una señora a la que todos conocen como Juanita Panamá, quien fuera empleada de gobierno con Armando León Bejarano, encargada de tramitar el pago de las cuentas de restaurantes para los entonces miembros del comité directivo de la Federación de Estudiantes, entonces presidida por Víctor Rubio Herrera.
Otro amigo, egresado de la Facultad de Derecho, me cuenta historias de golpizas, parrandas, atracos a camiones repartidores, secuestros de autobuses, y una serie de tropelías que me hacen llegar a una conclusión: el gobierno realmente le tenía miedo a los estudiantes.
Y algo en lo que coinciden ambos, es que Víctor Rubio vivió de la fama de ser “bueno para el trompo y que no se le rajaba a nadie”.
El miedo de los gobiernos priístas a una revuelta similar a la de 1968 en la capital del país, hizo que prácticamente pagaran cuotas a los dirigentes estudiantiles en turno, aunque no necesariamente tuvieran el arrastre necesario entre los párvulos para desestabilizar a un gobierno. Vivían de la fama pues.
Recordemos que la Federación de Estudiantes se convirtió en un “kínder de políticos priístas”, donde los jóvenes comenzaban a aprender los secretos de la política y sus mejores cuadros se iban directamente a cargos del partido tricolor. Ahí aprendían a “embarazar urnas”, comprar candidatos, imponer a sus sucesores, comprar líderes con parrandas, etc.
De ahí salieron Jorge Meade Ocaranza, Alejandro Pacheco Gómez, Armando Ramírez Saldívar, Víctor Saucedo Perdomo y Luis Rubén Cifuentes Carrillo, quienes incluso fundaron el CUMAC, como una organización totalmente priísta que terminó con José Silva Bandala, en 1988, cuando un grupo de inconformes encabezados por Erick Castro (QPD), Gustavo Martínez, Guillermo del Valle y Andrés González García lo hicieron renunciar en 1988.
Por alguna razón que nunca entendimos los preparatorianos que participamos en las marchas de protesta, tras el movimiento de insurrección el ganador fue un estudiante de Derecho al que nunca vimos en las huelgas de hambre que se organizaron: Julio Ernesto Pérez Soria.
A partir de los noventas la FEUM perdió su esencia tricolor y “se empanizó”, con Víctor Sánchez Trujillo, Demetrio Chavira de la Torre y Gerardo Gama Hernández. Luego tuvo varios presidentes que “pasaron de noche”, tan es así que ni sus nombres nos quedaron en la memoria. Luis Salas Catalán fue el último que recordamos, que después fue regidor por el PRI pero durante el trienio de Sergio Estrada Cajigal se hizo panista. Hoy, parece que contenderá para presidente municipal por el partido “Podemos” de Yuriana Lázaro Landa.
De ahí para adelante la FEUM anduvo “dando tumbos”, tanto que hasta tuvieron un presidente, Edgar Landeros, que sólo duró un año, y que decían que pertenecía a “La Maña”.
En 2011, Fermín Esquivel Díaz fue impulsado por el entonces senador Graco Ramírez, a la postre gobernador del estado y quien nunca le cumplió con la diputación que le prometió. Y que se merecía.
Entonces llegó un joven proveniente de Tlayacapan, de tez morena y complexión robusta, pero que tenía un manejo de la oratoria sorprendente. Su discurso franco y sencillo ganó la simpatía de los estudiantes, quienes le dieron el triunfo sin mayor problema. Se llama Israel Reyes y lo único que podemos decirles es que algún día va a ser presidente municipal de su municipio que lo vio nacer.
Fue el propio Israel Reyes quien impulsó a su vicepresidente, un joven de nombre Erik González García, de la Facultad de Contaduría y Administración, para que fuera su sucesor, pero no cumplió con las expectativas.
Si en estos momentos le preguntamos a cualquier estudiante de la UAEM el nombre de su representante en la FEUM, seguramente no lo sabrá. Y no se trata de que los dirigentes estudiantiles tengan que secuestrar camiones o hacerse los desaparecidos para hacerse famosos, pero sí hacer un trabajo que repercuta en beneficios para sus representados, y también algo de presencia política, lo que definitivamente Erick no supo hacer.
Su periodo, que inició en 2018 y terminará en este año, pasó prácticamente desapercibido.
¿Quién ganará las elecciones del próximo 16 de marzo?
De acuerdo a los sondeos que hemos realizado, la que tiene las preferencias en el estudiantado es la planilla que encabeza César Mejía para la presidencia, Daniela Rivera para la vicepresidencia, César Fonseca y Luss Andrade para la Consejería y la secretaría general, respectivamente.
El actual presidente está tratando de imponer a su candidato Abimael Quintana, proporcionándole todos los recursos necesarios, y la tercera opción es Patzzy Jiménez.
Este 16 de marzo, no sabemos si de manera electrónica o en votación presencial, los más de 20 mil estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos habrán de elegir a su representante. Que sea para bien de la institución y ojalá que la organización estudiantil recupere la fuerza que alguna vez tuvo.
HASTA MAÑANA.