Las primeras decepciones

Jesús Castillo

Apenas va la primera semana de campaña y ya hay candidatos decepcionados de los partidos que los registraron porque la situación no es como se las pintaron. Tal pareciera que todos los institutos políticos están aplicando la regla que hizo famosa el actor Alfredo Adame, de quedarse con el 62.5% por ciento (es lo que resulta del “nos dan 40, nos chingamos 25”) de las prerrogativas autorizadas por el Consejo Estatal Electoral y que comenzaron a distribuirse desde enero pasado.

Uno de los casos más representativos es lo que ocurrió en Zacatepec, donde un grupo encabezado por Juan Carlos Mena Ocampo subió a las redes un video, donde aparece acompañado de otros dos varones y una mujer, y dice textualmente:

“Les vengo a pedir una disculpa a mi pueblo, a mi gente. Es muy penoso que el Partido Fuerza Morelos nos haya engañado, nos haya mentido, porque nunca metieron nuestro registro como planilla como debía de ser y estamos dando la cara aquí porque la gente realmente sí creó en este movimiento y ya no queremos seguir engañados”, dice Mena Ocampo.

“Nosotros cumplimos con todo el papeleo que se requiere, al parecer fue el partido el que no nos registró. De esto ya tiene casi una semana que empezó la campaña y a nosotros no nos llegó el registro. Una disculpa por hacerles perder el tiempo”, lo secunda un joven que no dice su nombre.

Intentamos contactar a Juan Carlos Mena, y aunque recibió nuestro mensaje no nos contestó para ahondar más sobre quién o quiénes fueron los que les prometieron que serían los candidatos de Fuerza Morelos y no les cumplieron.

Hay otros de los casi mil 700 candidatos que nos han manifestado su desacuerdo con los partidos políticos (casi todos de los de nueva creación) que los buscaron porque son gente conocida, líderes de colonias, comisariados ejidales, y les ofrecieron prácticamente todo a cambio de que prestaran sus documentos para registrarlos como candidatos, y hoy “se hacen los desaparecidos”.

Nos pidieron no revelar sus nombres por temor a represalias, pero este fenómeno se está dando en todo el territorio morelense. Les ofrecieron dinero, utilitarios, publicidad, viáticos, y hoy, a una semana de que empezaron las campañas, no les ha llegado ni un banderín.

En algunos casos, los que tienen las posibilidades económicas, han invertido sus ahorros en perifoneo, cubrebocas, volantes y todo lo que han podido conseguir, con la esperanza de que el partido les recupere esos gastos, “y si no, me servirá de lección para no volver a meterme en esto de la política”.

Un tercer grupo es el de los “candidatos profesionales”, que son aquellos que ya ocuparon en una primera ocasión el cargo de diputado o presidente municipal, y ya saben “cómo masca la iguana”. Ellos ya saben cómo es esto: si el partido es de los conocidos hay que pagar la candidatura y aparte la campaña. Pero están conscientes de que si llegan al cargo, le darán las gracias al partido y se declararán independientes.

Y si usted, estimado lector, es de los que fueron engañados por algún partido político que le ofreció “las perlas de la virgen” para que prestara sus papeles y hoy le dicen que “el Impepac no ha soltado el dinero”, le tengo noticias:

Desde enero pasado el Consejo Estatal Electoral del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) aprobó el acuerdo CEE/0255/2021, mediante el cual se aprueba la distribución del financiamiento público asignado a los partidos políticos con registro, acreditado ante ese órgano, para el ejercicio fiscal comprendido del 1 de enero al 31 de diciembre.

En ese documento se establece que el financiamiento público para los partidos políticos que mantengan su registro después de cada elección, se compondrá de las ministraciones destinadas al sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes, las tendientes a la obtención del voto durante los procesos electorales y las de carácter específico.

El financiamiento público para el sostenimiento de las actividades ordinarias permanentes de los partidos políticos se fijará anualmente multiplicando el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral, por el sesenta y cinco por ciento del valor diario de la Unidad de Medida y Actualización (UMA).

“El treinta por ciento de la cantidad que resulte de acuerdo a lo señalado anteriormente, se distribuirá entre los partidos políticos en forma igualitaria y el setenta por ciento restante, de acuerdo con el porcentaje de votos que hubieren obtenido en la elección de diputados inmediata anterior”.

¿Y de cuánto estamos hablando? De acuerdo a ese documento, son 117 millones 280 mil 921 pesos los que están siendo repartidos desde enero pasado a 10 partidos políticos nacionales y 13 locales.

Los partidos que ya existían están recibiendo mensualmente lo siguiente: PAN, 524 mil 662 pesos; PRI, 645 mil 110 pesos; PRD, 643 mil 615 pesos; PT, 345 mil 112 pesos; PVEM, 349 mil 227; MC, 313 mil 317 pesos; PNA, 314 mil 065 pesos; PSD, 273 mil 293 pesos; Morena, 1 millón 295 mil 603 pesos; PES, 343 mil 616 pesos y Humanista 296 mil 110 pesos.

Ahora bien, por lo que respecta a los partidos de nueva creación, la bolsa es de 84 millones 374 mil 763 pesos, pero son tantos partidos que les toca de a un millón 687 mil 495 pesos con 26 centavos, divididos en los 12 meses que tiene el año.

Así que, si su presidente de partido le dice que todavía no recibe el dinero del Impepac, le puede decir que de acuerdo a ese documento (IMPEPAC/CEE/0255/2021) ya recibieron los primeros 140 mil 624 pesos en enero, la misma cantidad en febrero, marzo y abril, es decir, que los presidentes de partidos nuevos ya se embolsaron su primer medio milloncito de pesos.

Obviamente, van a decir que las primeras ministraciones las usaron para pagar adeudos relacionados con la constitución del partido.

El hecho es que, ni los partidos nuevos, ni los que ya existían, ejercen su presupuesto con transparencia. Nadie sabe en qué están invirtiendo esas prerrogativas (que son recursos públicos por cierto), pues ahora con el pretexto de la pandemia ni siquiera están regalando objetos utilitarios con el logotipo del partido.

¿Entonces, en qué están gastando los partidos políticos?

HASTA MAÑANA.