Jesús Castillo
El pasado primero de junio la capital morelense se vio afectada en su vialidad porque los 330 jubilados del Colegio de Bachilleres del Estado de Morelos (Cobaem) marcharon por las principales calles para exigir al gobierno, entre otras cosas, el cese del director de esa institución educativa, Víctor Reymundo Nájera Medina.
Mientras tanto, en la Comisión de Derechos Humanos, en la Contraloría del estado e incluso en la Fiscalía General de Justicia, existen denuncias por corrupción, nepotismo y mala administración de los recursos financieros por parte de este personaje ligado toda su vida al ex gobernador Graco Ramírez Garrido.
Es por eso que tanto los trabajadores académicos del Cobaem, como la ciudadanía en general, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿quién sostiene a Víctor Reymundo Nájera Medina en la dirección general de esa institución?
El 18 de octubre de 2019, en este mismo espacio, publicamos que cuando se dio a conocer la primera lista de nombramientos del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, causó sorpresa la designación de Víctor Reymundo Nájera Medina como director del Colegio de Bachilleres (Cobaem), ya que el ingeniero textil es cercanísimo al ex gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu, tan es así que fue presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y diputado federal por ese partido.
“A un año de distancia, la opinión de una gran parte de la comunidad académica es que pareciera que Víctor fue puesto ahí para ocasionarle problemas al actual gobierno, pues su desconocimiento en la materia es evidente y lo ha suplido con un “amasiato” (políticamente hablando) con el Sindicato Único de Trabajadores del Colegio de Bachilleres (SUTCOBAEM) que encabeza Jorge Licea Jiménez, un personaje que tiene una característica singular: no trabaja en el Cobaem”, escribimos en aquella ocasión.
Su principal inconformidad era que durante el ciclo escolar 2018-2019 se encontraban al frente de los 13 planteles con que cuenta el Cobaem directores que habían ganado su puesto por examen de concurso de oposición del servicio profesional docente; durante el mes de agosto fueron removidos ocho directores y sustituidos por profesionistas que no concursaron por oposición del servicio profesional docente.
“En el Cobaem no hay dinero para nada, sólo para los gastos del director general y su equipo más cercano, en el que se encuentra Roberto Zavala Zúñiga, Miroslava Carreño Franco (de la que aseguran reprobó un examen para subir al nivel de director) y José Daniel Álvarez Cruz, supuesto yerno de Luis Arturo Cornejo Alatorre”.
A casi dos años de que publicamos esa columna, la situación no solamente sigue igual, sino que ha empeorado.
Según trabajadores académicos del Colegio de Bachilleres, el ingeniero textil y activista político demuestra cada día su incapacidad para dirigir la institución que alguna vez fue la mejor opción para la educación de la juventud de los morelenses. Hoy no cuenta ni siquiera con un Plan de Desarrollo Institucional ni un proyecto académico definido, por lo que es inminente su desaparición en unos cuantos años.
En el primer semestre del ciclo escolar 2020-2021 causaron baja 1200 alumnos, lo que en la práctica se traduce a la desaparición de los nueve módulos EMSAD, por falta de una estrategia académica para impedir la deserción escolar; sin que a la administración central del Cobaem le importe, trata de remediarlo implementando la aplicación de exámenes por las áreas del Cobaem.
“Existe un sometimiento total de la Dirección General a la dirigencia gremial del titular del Contrato Colectivo de Trabajo del COBAEM, las instrucciones deben contar con el visto bueno de esta organización, razón por la cual, existe anarquía en los centros de trabajo, quienes detentan el poder de facto son los trabajadores, la autoridad es meramente un espectador más”, afirman los profesores.
Las plazas, horas y puestos vacantes son asignadas de manera arbitraria a los trabajadores afiliados a este gremio, todo aquel trabajador que no pertenezca a esta organización no es tomado en cuenta a pesar de contar con la antigüedad y derechos frente a sus similares, simplemente por disentir o no formar parte de dicha agrupación con la complicidad de la Dirección General del Cobaem.
En plena pandemia se compraron 485 equipos de cómputo CPU´s (Gabinetes o Unidad Central de Procesamiento, con teclado y mouse) a sobre precio, con características tecnológicas atrasadas que en dos años dejaran de ser funcionales; basta citar como ejemplo el tipo de procesador, lector de DVD (ya no se usa); cada CPU, teclado y mouse a un precio de seis mil 500 pesos, cuando en el mercado este tipo de CPU por las características rondan en los cuatro mil 500 pesos.
En el Congreso del Estado se presentó una iniciativa de Ley para reformar La Ley Orgánica del Colegio de Bachilleres del Estado de Morelos; sin que la Dirección General del Cobaem haya convocado a todos los actores para emitir una opinión de manera conjunta que pueda ser tomada en cuenta por los legisladores, ya que si alguien conoce el funcionamiento y sabe lo que no funciona son precisamente quienes forman parte del Cobaem.
En la penúltima sesión de la Junta Directiva de 2020, la dirección general del Cobaem presentó para su aprobación que, en la emisión de las constancias de antigüedad para los trabajadores, éstas fueran emitida haciendo énfasis que el salario del trabajador se compone de las participaciones estatal y federal al 50%; buscando que en las jubilaciones solo sea reconocida la aportación del gobierno del estado; lo que es ilegal, ya que además de afectar al trabajador, éste acto administrativo enfrentará acciones jurídicas en detrimento del patrimonio del Cobaem.
Recientemente, los maestros de esa institución presentaron una enésima petición al gobierno del estado para que reconsidere la permanencia de Nájera Medina al frente de esa institución.
“Nos permitimos sugerirle respetuosamente Sr. Gobernador, voltee su mirada a tan noble institución educativa que ha dado muchos reconocimientos y medallas a nivel nacional por el nivel educativo que teníamos, resultado del trabajo de docentes altamente capacitados y destacado profesionalismo y, valore la experiencia y el conocimiento de quienes aquí laboran o laboramos por muchos años para garantizar la dirección correcta y asertiva del COBAEM”, termina diciendo la misiva redactada por un grupo de profesores inconformes.
Pero tal parece que la carta se quedó en los cajones del secretario de Educación o del secretario de Gobierno porque no hay respuesta a sus demandas y el perredista sigue conduciendo el Cobaem “como Dios le dio a entender”.
HASTA MAÑANA.