De la consulta y la transición en el Congreso

Jesús Castillo

Mientras que los morenistas celebran que –a pesar de la falta de apoyo del Instituto Nacional Electoral (INE)- casi siete millones de mexicanos participaron en la primera consulta pública constitucional, sus detractores festejan lo que consideran el mayor fracaso de Andrés Manuel López Obrador, al quedar en claro que después de que 40 millones de personas votamos por él, hoy sólo quedan siete millones que lo obedecen ciegamente.

“Se trata de un estrepitoso y anticipado fracaso del presidente López Obrador y su partido. Movilizaron a militantes y fieles, presionaron a beneficiarios de apoyos sociales, desplegaron una ilegal propaganda en mañaneras, medios públicos y anuncios de financiamiento aún oscuro”, festinó Raúl Trejo Delarbre en La Crónica.

“Incapaz de cualquier autocrítica y disgustado porque la realidad no se ajusta a sus caprichos, López Obrador se negará a reconocer que su obsesión para convocar una consulta hueca, sin consecuencia práctica alguna, ha sido desairada por los ciudadanos”, agrega.

“Estamos dando los primeros pasos en esta democracia avanzada, las críticas son parte del temor al cambio; demos la bienvenida al esfuerzo inicial, no es fácil, pero es posible”, escribió el ex procurador Bernardo Batiz, hoy articulista de La Jornada.

Tal como era de esperarse, el representante de Morena ante el INE, Sergio Gutiérrez, acusó al presidente de la entidad, Lorenzo Córdova, y al consejero Ciro Murayama de sabotear la consulta popular y organizarla “de mala gana”, al instalar solo un tercio de las mesas de votación respecto a las elecciones legislativas y locales del 6 de junio, donde hubo 160,000 urnas.

Desde nuestro punto de vista, la consulta sólo sirvió para saber exactamente cuántas personas siguen apoyando ciegamente a su Mesías y harán lo que él les diga, ya sea comprar boletos para rifas o votar en una consulta para juzgar a ex presidentes, pero que en ninguna parte del texto dice juzgar a ex presidentes.

Hoy por la mañana el presidente López Obrador se dijo estar muy contento con el resultado de la consulta, obviamente no habló de aspectos cuantitativos sino sólo cualitativos, al resaltar que es la primera vez que se hace este ejercicio democrático.

Lo interesante de la mañanera de hoy fue que ya dijo el mandatario que en marzo del año próximo se hará otra consulta pero ahora se preguntará si desean que continúe o que renuncie el presidente de la República y seguramente ahí sí habrá mucha participación.

Sin embargo, ya después de la rifa del avión sin avión, el juicio a Lozoya sin Lozoya, y tantas ocurrencias de nuestro presidente, no descartemos que sea también un ejercicio de votación pero que el resultado no tenga aplicación alguna.

En otro orden de ideas, ayer el vicepresidente de la Mesa Directiva del Congreso Local, José Luis Galindo Cortez, informó que la LIV Legislatura iniciará este mismo día el diálogo con los diputados electos que integrarán la LV Legislatura, para llevar a cabo una entrega-recepción ágil, transparente y amigable, con la garantía de finanzas sanas.

Dijo que el acercamiento ocurrirá de manera oportuna, “ya son los tiempos, para poder hacerlo no al vapor y darles la atención que hubiésemos querido nosotros que nos dieran cuando llegamos”. Sabe de lo que habla el diputado, pues no hay que olvidar que la Legislatura anterior no dejó ni dinero, ni documentos, absolutamente nada. Bueno, sí dejaron algo: deudas con proveedores y con el Instituto de Crédito para los Trabajadores del Estado.

Como consecuencia de ello el Congreso ha tenido que declarar la “inexistencia de la información” a decenas de solicitudes que se hicieron ante el Instituto Morelense de Información Pública y Estadística (IMIPE) y varias personas están sujetas a proceso y tienen que ir a firmar cada mes a los juzgados de Atlacholoaya.

Por eso es que se reconoce a los diputados de la LIV Legislatura que por lo menos al final de su trienio estén teniendo una actuación aceptable y que hayan integrado una Comisión de Entrega-Recepción, integrada por los miembros de la Conferencia para la Dirección y Programación de los Trabajos Legislativos, que preside el propio José Luis Galindo, en su calidad de vicepresidente de la Mesa Directiva y a la que pertenecen los coordinadores de todos los grupos y fracciones parlamentarias.

Respecto al tema financiero aseguró que la LIV Legislatura entrega finanzas sanas, a diferencia de lo que ocurrió hace tres años, ya que la legislatura pasada tuvo anticipo de partidas presupuestales y los dejaron en un estado de vulnerabilidad con relación al presupuesto para ejercer los últimos cuatro meses del año, es decir septiembre, octubre, noviembre y diciembre, y ahora no es el caso.

“El presupuesto se respeta, tendrán sus ministraciones como debe de ser, como está programado el gasto, y eso lo haremos en un sentido de responsabilidad y es una opinión inclusive que es generada de los 20 diputados y diputadas”, finalizó.

Como ya es de todos conocido, en la última reunión de los diputados entrantes, misma que se llevó a cabo en un jardín del municipio de Jiutepec, acordaron que el primer presidente de la Mesa Directiva sea el panista Francisco Erick Sánchez Zavala, ex presidente de Yecapixtla, en tanto que la morenista Paola Cruz Torres, se hará cargo de la presidencia de la Junta Política y de Gobierno.

Lo anterior, según lo publicado en sus redes sociales por los aludidos, que incluye una foto donde aparecen 16 integrantes de la legislatura que asumirá el cargo el próximo primero de septiembre.

Al respecto, el diputado Galindo Cortéz dijo que tras conocer que las y los diputados electos han tomado acuerdos sobre quién encabezará la Mesa Directiva para la siguiente legislatura,  se optó por “tener una plática con él y los diputados que deseen integrarse a esta mesa de diálogo, de trabajo, con relación a hacer una entrega ágil, transparente, amigable, que les dé todas las facilidades a los nuevos legisladores para poder desempeñar sus funciones”.

En resumen, y por lo menos en apariencia, parece que habrá una transición en calma y sin trampas. Es decir, que los diputados salientes entregarán la información completa sobre lo que se hizo, lo que faltó por hacer, y lo que se quedó a deber. Bien por ellos.

HASTA MAÑANA.