Jesús Castillo
El asunto que a continuación vamos a narrar debe quedar en la historia de este estado como ejemplo de lo que no debería ocurrir nunca en ninguna oficina municipal, estatal o federal. La valentía de Angélica Pérez Martínez quedará como pauta a seguir para las miles de mujeres que son víctimas de acoso laboral o sexual en sus centros de trabajo, y los nombres de Raúl García Alvarado y su jefa, la alcaldesa Olivia Ramírez Lamadrid, inscritos en la lista de seres deleznables que no deberían volver a ocupar cargo alguno.
De acuerdo a la información publicada en el portal Mochicuani, la que aparece en la recomendación emitida por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos, y la que ha proporcionado la propia víctima en las diferentes entrevistas que ha concedido, el sujeto (quien seguramente adquirirá la calidad de imputado en cuanto la Fiscalía tenga a bien judicializar el expediente) aprovechó su posición laboral para hostigar reiteradamente a la víctima.
Al principio dudamos en reproducir textualmente el contenido de la declaración del acusado por lo soez y vulgar que podría resultar para nuestros lectores, pero finalmente decidimos transcribirlo para que se tenga una idea de lo desagradable que fue para la fémina, y descartar cualquier intento de justificación de su proceder:
“El C. Raúl García Alvarado, todos los días me invitaba a tener relaciones sexuales en su departamento, me decía, güera vamos a coger bien rico, tú lo que necesitas es una buena cogida, que te estén metiendo el palo toda la noche para liberar tu estrés, yo me apunto güera, vámonos a Tepoztlán a encerrarnos en una cabaña todo un fin de semana a coger toda la noche hasta que ya no puedas ni caminar, me gustas un chingo, estás bien rica y todas las noches sueño culeándote”, declaró ella.
Pero lo peor fue la forma como él trató de justificarlo ante la víctima y la jefa de ambos, es decir, la alcaldesa Olivia Ramírez:
“Todos los errores que haya cometido, los voy a afrontar y los voy a tener que pagar, si había una línea donde echábamos el relajo a veces, muy pasado de tono y también voy a asumir eso, Maestra también soy corriente, soy silvestre, al final de cuentas de pronto me gana el barrio y a veces no me dirijo como debería de ser, pero también no hubo un alto de allá para acá, porque también además de ser corriente, soy consciente y sé cuando a una persona no le gusta el relajo que estoy echando pues mejor pinto mi línea pido una disculpa y me voy, en el ir y venir, de ese relajo yo pienso que ya se empezaron a hacer cosas subidas de tono y a raíz de ahí, yo debí haberme detenido sabiendo cómo es su forma de ser de Angélica”.
¿Usted, estimada lectora, cómo habría reaccionado al escuchar lo anterior? Pues déjeme decirle que la alcaldesa, ni por ser del mismo género que la trabajadora, emitió algún regaño o expresión de desagrado.
Angélica le notificó a la presidenta municipal que estaba siendo víctima de acoso sexual mediante dos escritos, el primero con fecha 14 de octubre del 2019 y el 19 de octubre de 2020. Lejos de ayudarla, la autoridad municipal la expuso al escarnio de sus compañeros, al ubicarla en el pasillo del Ayuntamiento supuestamente “de manera provisional”, pero esto se prolongó por casi cien días.
Con el paso de los días, la directora de Recursos Humanos, Stephanie Hernández Alvear, la retiró del escritorio con el argumento de que ese lugar debía ser utilizado por las personas que realizaban guardia por la pandemia, por lo que le dijo que debía permanecer de pie. Durante este lapso de tiempo, las agresiones a su persona por parte de los implicados, fueron en aumento, recibiendo amenazas, burlas y apodos, sin que la presidenta municipal tomara cartas en el asunto.
Con fecha 15 de diciembre del 2020, el vehículo de la víctima fue vandalizado dentro del horario laboral, notificando de manera verbal y por escrito a la edil, al ser la responsable legal del Ayuntamiento y considerando la situación que estaba pasando, manifestó tener fundadas sospechas de que las agresiones procedían de parte de los implicados, haciendo caso omiso y minimizando la gravedad del asunto, girándole nuevo oficio con fecha 18 de diciembre solicitándole de manera urgente la intervención inmediata para que cesaran las agresiones.
Con fecha 19 y 20 de diciembre del 2020, Angélica Pérez recibió llamadas telefónicas de un número desconocido, pero por el lenguaje empleado sospecha que se trataba de Raúl García Alvarado, en donde nuevamente la acosó sexualmente, por lo que procedió a denunciar penalmente ante la Fiscalía de Delitos contra la Mujer y Delitos Sexuales, quedando registrada con la carpeta de investigación JO-UEDCM/3194/2020, misma que hasta la fecha se encuentra sin avances en la Fiscalía Regional Sur Poniente que encabeza Héctor David Pérez Avilés.
Derivado de estas acciones con fecha 14 de enero del 2021, la ex trabajadora municipal Angélica Pérez, interpuso una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, registrado con el folio CDHM/SE/V3/061/055/2021, misma que tras la investigación correspondiente emitió la resolución con fecha 17 de agosto del 2021, en los siguientes términos:
“Por lo que se puede concluir que se cuenta con evidencias suficientes para acreditar que la promovente fue víctima de acoso laboral, sexual y trato indigno, generándole afectaciones en distintos ámbitos de su vida personal, incluso a nivel psicológico, las cuales también pudieron acreditarse a través del informe en materia de psicología que remitió la Agente del ministerio Público, adscrita a la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Mujer y Delitos Sexuales, por lo antes expuesto y al haberse acreditado violaciones a los derechos humanos de la promovente, esta Comisión determina procedente la reparación del daño en su favor”, dice el documento.
Agrega que la presidenta municipal de Zacatepec deberá realizar una disculpa pública en la que reconozca que los actos cometidos de acoso laboral y sexual, violentaron los derechos humanos a la dignidad y de acceso a una vida libre de violencia de Angélica Pérez Martínez, en un plazo no mayor a 30 días naturales».
Asimismo, recomienda la reintegración de manera inmediata al empleo que desempeñaba Angélica Pérez Martínez, en un plazo no mayor a 10 días naturales. Atención médica y psicológica que requiera la víctima, ya sea en el sector público o privado, donde ella lo determine, y generar las condiciones necesarias a efecto de que al interior del Ayuntamiento de Zacatepec, se implemente un protocolo de actuación para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia laboral.
A la Fiscalía General del Estado le recomienda girar instrucciones para que en breve término se integre y resuelva la carpeta de investigación JO-UEDCM/3194/2020 en un plazo de 10 días naturales.
La presidenta municipal puede no emitir la disculpa solicitada, nos conformamos con que ya se vaya, pues pasará a la historia como la única mujer que no hizo nada para defender a sus congéneres en el Ayuntamiento (igualito que las diputadas de la LIV Legislatura que llevarán siempre el estigma de no haber sancionado al diputado acusado de violación, Marcos Zapotitla).
El verdadero reto viene para José Luis Maya Torres, quien asumirá el cargo a partir del primero de enero del 2022, y de acuerdo a sus antecedentes, las condiciones no son nada halagüeñas para las mujeres del Ayuntamiento de Zacatepec.
Es él quien deberá realizar acciones contundentes para demostrar que nunca más, ni Angélica ni nadie, sufrirá acoso sexual o laboral en ese centro de trabajo. A ver si es cierto.
HASTA MAÑANA.