Jesús Castillo
Érase una vez un auxiliar de redacción al que le encomendaron escribir las clásicas notas-broma que se publicarían al otro día en su periódico, cuando la fecha en portada indicaría: 28 de diciembre del año 2000.
Entonces comenzó a jugar mentalmente y a escribir cuanta cosa se le viniera a la imaginación, pues en esa fecha todo se vale. Hasta lo más inverosímil puede publicarse siempre y cuando al final se le ponga la típica frase: “Inocente palomita que te dejaste engañar”.
En la televisión –que todavía era una caja que al mismo tiempo servía de repisa para colocar algún florero o portarretratos- estaba el noticiero de Joaquín López Dóriga hablando del nuevo presidente Vicente Fox, mientras en el escritorio alguien había dejado la última revista de “Proceso” con un título demoledor: “El Poder cambia de máscara”.
“El presidente Vicente Fox se casa con su vocera”, fue lo primero que se le ocurrió mientras esbozaba una sonrisa divertida. Ciertamente todo mundo hablaba de la influencia que en ese momento tenía Martha Sahagún con el presidente, pero ambos estaban casados, así que sería una noticia que causaría hilaridad en sus lectores.
Luego se le vino a la mente otra que sería muy buena: “Andrés Manuel López Obrador, presidente de México”. Seguro muchos se desternillarían de risa imaginando a ese merolico originario de Tabasco que acababa de ganar las elecciones en el Distrito Federal pero estaba muy lejos de ganarle al PAN y al PRI, a los que llamaba “la mafia del poder”.
“Estados Unidos elige como su presidente a un miembro de la raza negra”. Esa broma era buena, pues todo mundo sabe que en el vecino país los blancos odian a los negros y jamás dejarían que llegara uno de ellos a la Casa Blanca. Ya que se conformen con haberles dado algunas posiciones en el Senado, como ese tal Barack Obama, el abogado afrodescendiente que se estaba haciendo famoso por llevar asuntos gratis a personas sin recursos.
Y así, mientras hojeaba los periódicos nacionales que tenía a la mano, iba tecleando en su computadora Macintosh lo que serían las cabezas de la plana del “Día de los Inocentes”. A lo lejos se escuchaba “El Sol no regresa” de La Quinta Estación.
“Las Torres Gemelas de Nueva York colapsan ante ataque terrorista”, escribió el auxiliar de redacción sintiéndose un poco apenado por pensar en algo que podría ocasionar la pérdida de miles de personas. “Pero eso es imposible que ocurra”, pensó para sus adentros.
Y ya entrado en noticias fatalistas, puso: “Broma macabra de la naturaleza: tiembla el 19 de septiembre y destruye toda una ciudad en Morelos”. ¡Es imposible que vuelva a temblar el mismo día que en 1985! Exclamó divertido.
Entonces hojeó algunos periódicos locales que tenía a la mano y se dispuso a inventar más noticias-broma.
“Graco Ramírez, gobernador de Morelos”. Sí, a la gente le daría risa al saber que aquel tabasqueño que vino a Morelos a organizar marchas pidiendo la salida del gobernador Jorge Carrillo Olea, ahora se había convertido en jefe del Ejecutivo y ahora él sería objeto de reclamos. “Sí, como el dicho aquel de que los carniceros de hoy serán las reses del mañana. Está perfecto”, pensó.
En noticias locales ya no llamaría mucho la atención poner que el PAN estaba cometiendo varias “novatadas”, pues todos sabían que el nuevo gobernador, Sergio Estrada Cajigal, no tenía experiencia alguna en la administración pública, y que su gabinete del Ayuntamiento de Cuernavaca lo había armado al vapor. Sin embargo, sí ameritaba una noticia que causara risa, pero que no fuera realidad:
“Gobernador celebra fiesta de Halloween en residencia oficial; él se disfrazó de Drácula”. Y continuando con las notas estatales, bien podría poner como broma que el procurador José Luis Urióstegui Salgado dejaría el cargo para asumir la presidencia municipal de Cuernavaca.
Una idea todavía más loca: “Inspector de vía pública se convierte en el nuevo presidente municipal de Cuernavaca”. La historia de un joven que comenzó ocupando los puestos más bajos del organigrama y de pronto se ve convertido en el jefe de todo el Ayuntamiento. Digno de una novela de fantasía.
Y bueno, ya para ese momento se había dado el caso de que un mesero de Taízz por azares del destino (y la ola azul) ocupó la presidencia municipal de Temixco, y no lo hizo tan mal. Su nombre: Floriberto Miranda.
En el año 2000, el joven contador público Rabindranath Salazar Solorio acababa de terminar su gestión como director del Sistema de Agua Potable de Tejalpa, así que nadie se imaginaba que 21 años después ocuparía una de las posiciones más importantes en la Secretaría de Gobernación.
Cuántos cambios hemos tenido en 20 años en todos los aspectos. Algunos para bien y otros para mal. Nunca nos hubiéramos imaginado que alguna vez no solamente podríamos entrar a un banco con el rostro cubierto, ¡sino que es obligatorio llevar mascarilla para poder entrar!
Hace 20 años la empresa Apple nos sorprendía con unas computadoras ultramodernas con cajas transparentes y formas nunca antes vistas. Estaba por llegar el boom de las lap tops y las tabletas todavía estaban en experimentación. Hoy todo eso forma parte del pasado y ya podemos usar los relojes-computadoras como lo profetizaban muchos autores de películas futuristas.
El futuro nos alcanzó aunque ya no sabemos si eso es bueno o malo. Ya se pueden curar muchas enfermedades que provocaron la muerte de nuestros ancestros. Sin embargo, ahora estamos bajo el dominio de un virus que parece sacado de una película de terror que está arrasando con la humanidad.
A cambio de esos adelantos tecnológicos que son muy útiles para la humanidad, nuestros hijos y nietos viven pegados a programas cibernéticos (aplicaciones las llaman), ya sea en los teléfonos celulares o computadoras, cada vez más adictivos.
Lo que pretendimos con esta historia, mitad fantasía y mitad realidad, es hacerles reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro. En ocasiones, lo que creemos más inverosímil se convierte en realidad, y en ocasiones esa realidad supera cualquier guion cinematográfico que pudiéramos imaginar. Feliz día de los inocentes.
HASTA MAÑANA.