- Piden la salida de su jefe directo, Bertín Dolores, por «déspota y prepotente».
Luego de que una de las unidades de los “La Ruta de la Salud” sufriera un asalto en el libramiento de la autopista, operadores de esa línea denunciaron que desde hace unos meses están siendo objeto de lo que ellos consideran “explotación laboral” por parte de la empresa Pullman de Morelos, ya que les aumentaron las horas de trabajo por el mismo sueldo.
Los trabajadores, quienes pidieron el anonimato por temor a represalias, explicaron que la situación se agravó a partir de que entró como jefe un tal Bertín Dolores, quien se caracteriza por humillar a los empleados diciéndoles que si no les gusta las condiciones de trabajo pueden buscar otra actividad.
Los operadores de “La Ruta de la Salud” explicaron que hay un convenio entre la empresa Pullman de Morelos y el gobierno del estado para dar servicio a todos los hospitales con autobuses equipados con elevadores para sillas de ruedas y sin costo para las personas que tienen alguna discapacidad.
“Mucha gente cree que a nosotros nos paga el gobierno, pero eso no es cierto, laboralmente dependemos de la empresa Pullman de Morelos, sin embargo, Pullman tampoco nos da el mismo trato que a sus demás operadores, pues en el contrato aparecemos como “administrativos”, con sueldos mucho más bajos y sin prestaciones”, indicó uno de los entrevistados.
“El contrato está trabajar un día sí y otro no porque nos dijeron que estábamos como administrativos, pero cuando les conviene éramos operadores porque nos mandan a cubrir otros servicios por el mismo sueldo y no es justo”, apuntó otro.
Operativamente los autobuses de la Ruta de la Salud dependen de “Mibús”, y este servicio ha cambiado tres jefes pero este último Bertín Dolores desde que empezó como jefe dijo que ellos trabajaban muy poco y que iba a ver cómo le hacía para hacerlos trabajar más, y lo cumplió: laboran desde las 5:30 que salen de su casa hasta las 22:30 que llegamos les pagan 2,500 por toda la semana y sin otros beneficios que les dan a los operadores.
“Con la lluvia tenemos que bajarnos a subir sillas de ruedas y ni siquiera impermeables nos dan pero si nos doblaron el trabajo por el mismo sueldo. Y Bertín nos dice que si queremos, si no que hay mucha gente esperando entrar. De los siete que éramos ya nadamás quedamos cinco, porque a uno lo corrieron por no estar de acuerdo y a otro lo mandaron a otro servicio”, afirmó.
Mucha de la inconformidad es por el trato de su actual jefe, Bertín Dolores, ya que es déspota y prepotente y le gusta humillar al personal.