Muchos de los que votamos por Cuauhtémoc Blanco pensamos que por lo menos devolvería el futbol profesional al estadio “Agustín Coruco Díaz”, que tantas satisfacciones dio a la afición morelense. Pero ni eso. Quizás por eso no reunió ni cinco mil personas en su partido de despedida en el cuadrangular de “leyendas”, que también tuvo como escenario el estadio de Zacatepec.
Sin ser experta en el tema deportivo, la actual gobernadora Margarita González Saravia logró reunir más de 12 mil espectadores en el partido de futbol femenil México-Venezuela organizado por el Instituto del Deporte que dirige Juan Felipe Domínguez.
“Este evento es una muestra clara de que Morelos se consolida como un destino para eventos deportivos internacionales; no sólo es una oportunidad para disfrutar del futbol femenil de alto nivel, sino también para reafirmar el compromiso de Margarita González Saravia con el deporte como pilar de bienestar social, inclusión y desarrollo”, decía el comunicado anunciando el partido del 26 de octubre pasado.
Pero ¿qué tiene que ver el partido de futbol de la selección mexicana con Xoxocotla?
Pues resulta que algunos periodistas fuimos invitados por la gobernadora a ver el encuentro entre las mexicanas y las venezolanas, el cual terminó con un marcador a favor de las locales de tres goles contra cero, así que ya se imaginarán la alegría de quienes encontramos en el futbol una distracción después de una semana de intenso trabajo.
El partido terminó a las 18 horas, así que mi nieto y mi fotógrafo emprendimos el regreso por donde llegamos: por Xoxocotla, para tomar la autopista y regresar a tiempo a Cuernavaca para realizar otras actividades.
Sin complicaciones llegamos hasta Xoxocotla, pero de repente vimos que los vehículos empezaron a detenerse, algunos se dieron la vuelta en u y se regresaron. La fila de autos avanzaba pero muy lentamente. Al principio creímos que era la fila para ingresar a la autopista; luego pensamos que pudiera ser un accidente.
Lo que suponíamos que tardaría unos 20 minutos se prolongó por media hora, luego 40 minutos. Comenzamos a hablar por teléfono para avisar que no llegaríamos a tiempo, pues estábamos en medio del congestionamiento y no se veía cuál era la causa.
La indignación aumentó cuando nos dimos cuenta de cuál era el motivo de la fila que ya para ese momento era de varios kilómetros, y sin posibilidad de tomar ninguna salida alterna.
Vimos varias patrullas con la leyenda “Policía Xoxocotla”, que estaban cerrando el paso. Era un operativo de alcoholímetro que fue instalado exactamente a la hora que terminó el partido en el estadio de Zacatepec.
-¿A quién le debemos esto? – cuestioné al primer oficial que encontré. ¿Es orden del presidente municipal o del secretario Urrutia? – Obviamente me ignoró.
Una mujer policía me pidió que soplara a un aparato que al parecer ni sirve. “Esto no se vale, organizan un partido y luego nos ponen un alcoholímetro a unos cuantos kilómetros”. Le dije a los policías mientras los grababa con mi teléfono celular.
Un elemento me echó la luz de su linterna para impedir que grabara. Otro más amenazó: “Lo vamos a detener porque usar el teléfono celular mientras maneja es infracción”. Nos alejamos con el coraje entripado.
Para su mala suerte de los policías, la venta de cerveza en el estadio estuvo muy mal organizada. Tenías que pasar media hora formado para poder comprar una cerveza al tiempo en 85 pesos, por lo que no agarraron borrachos a esa hora.
Lo único que ocasionaron fue el rechazo de cientos de automovilistas que no venían del partido del futbol y que llegaron tarde a sus respectivos destinos.
Ya con los ánimos calmados, nos pusimos a reflexionar: ¿Quién ordenó ese operativo? Tomando en cuenta que Xoxocotla está dentro del Mando Coordinado, debemos suponer que fue el recién llegado Miguel Ángel Urrutia, sin embargo, son las autoridades municipales las que se ven beneficiadas con los ingresos por concepto de multas e infracciones, así como el pago del corralón que es donde está el principal negocio.
Entonces llegamos a la conclusión de que el verdadero responsable es Abraham Salazar Ángel, el actual alcalde del municipio indígena de Xoxcotla. Y no queremos pensar mal, pero da la casualidad de que los operativos de alcoholímetro se están incrementando ahora que al señor le quedan unos cuantos meses en el cargo. ¿Meses de Hidalgo?
Recordemos que Abraham Salazar Ángel no es presidente municipal constitucional, pues asumió el cargo ante el fallecimiento de su antecesor, Manuel Alejandro Jiménez Ponciano, quien fue asesinado a balazos afuera de su domicilio en marzo del 2022.
Antes, el 11 de enero de 2022, a pocos días de asumir la presidencia, fue ultimado el entonces alcalde, Benjamín López Palacios.
David Jiménez Martínez, aspirante a la candidatura a la alcaldía de Xoxocotla y dirigente del Frente Popular Francisco Villa, fue asesinado en agosto pasado, cuando circulaba en su camioneta sobre la carretera Jojutla-Alpuyeca, a la altura del municipio indígena de Xoxocotla.
El 6 de octubre pasado se realizaron elecciones conforme a Usos y Costumbres en Xoxocotla. Compitieron nueve candidatos, incluyendo el actual, Abraham Salazar Ángel, quien se negó a pedir licencia argumentando que haría campaña “después de las tres de la tarde”, lo que no fue bien visto por sus paisanos que se desquitaron en las urnas.
El ganador de la contienda electoral fue José Carlos Jiménez Ponciano, quien la tarde del lunes 7 de octubre, arribó al Consejo Electoral del municipio indígena de Xoxocotla custodiado por elementos de la policía estatal para recibir su constancia de mayoría, y desde entonces tiene escolta permanente. No es para menos, pues pareciera que en Xoxocotla aplican la máxima de que “gana el que quede vivo”.
Todo parece indicar que, a sabiendas de que sólo le quedan menos de dos meses en el cargo, don Abraham Salazar, ha ordenado operativos para detectar automovilistas en estado de ebriedad, lo que significa una forma muy efectiva de obtener dinero fácil y rápido.
El sábado por la noche la página de Facebook Xoxocotla Morelos XM transmitió un video en el que se ven a policías tratando de bajar a un conductor a la fuerza mientras varios niños gritan y lloran. Atrás se observa a decenas de vehículos detenidos, esperando que les apliquen el alcoholímetro.
¿Y así quieren que venga el turismo a Morelos? Cuántos accidentes se evitaron con ese operativo de Xoxocotla y cuántas familias ya no vendrán a Morelos para no arriesgarse a perder hasta una hora en la carretera Jojutla-Alpuyeca.
Esas son algunas de las preguntas que deben hacerse la gobernadora, el secretario de Seguridad y el alcalde electo de Xoxocotla.
HASTA MAÑANA.