Ángel Zapata, un juzgador con sentido humano

Por Jesús Castillo

Más allá de la técnica y la ley, el juez debe estar comprometido con el bienestar social y con la protección de los derechos fundamentales de las personas. Entender el contexto social y las necesidades de la comunidad contribuye a que las decisiones judiciales tengan un impacto positivo en la sociedad.

Estas cualidades en conjunto permiten que un juez cumpla su papel de forma efectiva, garantizando que las decisiones judiciales no solo sean técnicamente correctas, sino que también contribuyan al fortalecimiento de la justicia y la cohesión social.

Otro aspecto importante es el entorno familiar de la persona que se dedica a administrar justicia. No es requisito, pero sí es deseable que lleve una vida ejemplar, que tenga una familia estable y una fortaleza emocional.

Ahora que se aproxima la llamada reforma judicial, mediante la cual serán electos por voto popular todos los altos funcionarios del Poder Judicial Federal, la ciudadanía debe inclinarse no por aquellos que prometan más, sino por aquellas o aquellos que a lo largo de su vida hayan demostrado que tienen las cualidades para desempeñar la delicada función de impartir justicia.

En este contexto, nos hemos dado a la tarea de buscar candidatos a magistrados y jueces que reúnan ese perfil.

Por principio de cuentas, buscamos resoluciones que hayan sido consideradas “relevantes” por el propio Poder Judicial, por lo que nos pusimos a buscar en las notas informativas generadas por el Consejo de la Judicatura Federal.

Así encontramos la nota informativa del 24 de septiembre de 2023 que se titula: “Tribunal Colegiado de Apelación emite resolución con efectos generales en beneficio de las personas internas en un centro de reclusión federal femenil de Morelos y de sus hijos”.

Según este boletín, “con fundamento en leyes nacionales e internacionales, el Tribunal Colegiado de Apelación con sede en Morelos emite resolución en favor de una mujer que se encuentra privada de su libertad para que las autoridades carcelarias le brinden de manera periódica atención ginecológica y pediátrica a su hijo”, pero este beneficio también deberá extenderse al resto de las internas y sus menores, si es que tienen.

En la sentencia de la apelación 49/2023, las magistradas y el magistrado advierten que, pese a su condición de internas, las mujeres que se encuentran ahí recluidas tienen derecho a la salud, como ocurre con quienes están libres, incluida la atención médica ginecológica, como lo establecen las Reglas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de las Reclusas y Medidas No Privativas de la Libertad para Mujeres Delincuentes, conocidas como Reglas Bangkok.

Respecto a la protección de los infantes, precisaron que la Convención sobre los Derechos del Niño, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos garantizan el interés superior del menor y, en conjunto, buscan garantizar el respeto y la protección a su dignidad e integridad física, psicológica, moral y espiritual.

“Esta sentencia tiene efectos generales para todas las internas del Centro Federal de Readaptación Social número 16 “CPS Femenil”, con sede en Coatlán del Río, Morelos”, termina diciendo la nota informativa marcada con el numeral DGCSV/NI: 23/2023.

La curiosidad periodística nos llevó a buscar el expediente original, mismo que encontramos en versión pública. Ahí nos enteramos que todo inició con un amparo que promovió una mujer privada de su libertad en contra de las autoridades carcelarias, debido a que a su menor hijo no le proporcionaban atención médica pediátrica. Tampoco productos de limpieza, ni un colchón para su hijo. Mientras que para ella, alegó la falta de atención especializada de ginecología de forma permanente.

El proyecto de resolución correspondió al entonces magistrado Luis Vega Ramírez, quien analizó la apelación en lo que establece la Constitución federal, leyes nacionales e internacionales, sobre todo en lo que se refiere a la protección de los derechos de las internas.

Aunque no se le quita el mérito al magistrado que firmó el proyecto de resolución, lo justo es reconocerse a las magistradas que apoyaron la propuesta, y también a los secretarios de acuerdos que se encargaron de sustentar jurídicamente dicha resolución. Según el expediente (que es un documento público con los datos personales debidamente testados) las magistradas firmantes son Silvia Carrasco Corona y Rosa Montaño Martínez.

Pero quienes “se fletaron” leyendo y analizando tratados internacionales sobre Derechos Humanos y checando criterios jurisprudenciales, quizás hasta altas horas de la noche, son los secretarios encargados del engrose: Baltazar Ramírez Bernal, María Guadalupe García Radilla y Ángel Darién Zapata Marín, los tres con una larga trayectoria dentro del Poder Judicial de la Federación. De hecho, Baltazar ya se jubiló y Guadalupe está en vías de hacerlo, y Ángel Darién está inscrito en la lista de candidatos a magistrado federal.

LA ENTREVISTA

CAUCE LEGAL: Ángel Darién Zapata Marín, muchas gracias por esta entrevista quisiera primero que nos hables de tus orígenes…

ANGEL ZAPATA: Nací en Querétaro, pero por el trabajo de mi papá que laboraba trabajaba en el Banco de México entonces frecuentemente lo cambiaban porque este Banco tenía la política que un servidor público no debía estar más de 10 años en una locación para evitar precisamente situaciones de corrupción, entonces acabamos en Yucatán donde estudié mi educación básica y la carrera de Derecho en el Centro de Estudios Superiores de Mérida.

CL: ¿En qué momento te das cuenta de que quieres ser abogado?

AZ: Desde muy chico me gustaron las causas justas. Me llamó mucho la atención el papel de los abogados en la sociedad, digamos que tienen cierta presencia, son personas que pueden encauzar los problemas de la gente y pueden darle voz a la gente que no es capaz de enfrentarlos y encontrarles una solución, entonces me surgió la idea de querer ser alguien que puede solucionarle algo a alguien en cuestiones como son su libertad o su patrimonio.

CL: ¿Cómo llegas a Morelos?

AZ:  No encontraba oportunidades por allá, pareciera que se me cerró el cielo, mar y tierra pero ahora entiendo que todo tuvo un propósito porque así es como llego a Morelos donde tengo familia y comencé dando clases en varias instituciones educativas.

CL: ¿Nunca litigaste?

AZ: Litigué brevemente cuando estaba terminando la carrera estuve en varios despachos, siempre fui muy inquieto.

CL: ¿Y cómo entras al Poder Judicial de la Federación?

AZ: Como meritorio como casi todos. Lo que yo quería era aprender así que en el 2008 entré a un juzgado federal como meritorio y ya estando ahí hice el curso básico que es como una acreditación que te permite aspirar a ser secretario, y en el curso conocí jueces y magistrados que me vieron potencial y uno de ellos me dio nombramiento de secretario particular y ahí empecé, siempre aprendiendo, intenté ser proyectista, luego regresé a ser secretario particular hasta que conseguí otro nombramiento como oficial judicial y actualmente estoy de secretario proyectista en un Tribunal Colegiado.

CL: ¿Entonces no pediste licencia para hacer campaña como candidato a magistrado?

AZ: No porque entonces cómo pago la campaña. Cumplo con mi trabajo y en mis horas de descanso y fines de semana ando en campaña.

CL: ¿Qué papel desempeña tu familia en esta aventura que has iniciado por una magistratura?

AZ: Muy importante. Tengo mi esposa y mis dos hijos, uno de ocho años y otro de once, y ellos me están acompañando siempre porque me interesa que vean que soy un hombre de familia que busca lo mejor para la sociedad.

CL: ¿Eres de los que se llevan su trabajo a casa con tal de estar más tiempo con su familia?

AZ: Así es. He sabido que los secretarios de Acuerdos a veces se quedan hasta muy tarde y llegan a su casa cuando sus hijos ya están dormidos, entonces es un poco difícil con este trabajo el tema de la convivencia familiar, yo por eso siempre buscaba llevarme los expedientes a la casa los fines de semana y tengo ahí fotografías donde estoy leyendo un expediente y ahí está mi bebé, afortunadamente nunca se me derramó nada encima porque entonces sí estaría en un problema, pero eso es lo que tenemos que hacer los que estamos en este ámbito.

CL: Cuéntanos cómo estuvo lo de la Cárcel de Mujeres que se publicó en la página del PJF como un caso trascendente.

AZ: Sí, fue un caso paradigmático que requirió la participación de los secretarios más “fuertes” por así decirlo, de ese Tribunal Colegiado, dado que iba a tener efectos generales, no solamente para la mujer que había solicitado el amparo, esto significa que un Poder (el Judicial), le iba a decir a otro que es el Legislativo, qué hacer con su dinero y que tipo de políticas administrativas debía aplicar para el cumplimiento de la sentencia. Fue un asunto interesante porque las mujeres reclusas lo que estaban pidiendo era atención ginecológica que tenían muchos padecimientos, no les hacían caso incluso en las noticias ha salido que ha habido muchos casos de suicidio y de enfermedades.

CL: ¿Y qué decía la autoridad penitenciaria?

AZ: Lo que contestaba la autoridad penitenciaria que pues que no tenía dinero y bueno pero es que es un penal especializado en mujeres entonces es lógico que tienen que proporcionar ese tipo de atención porque está especializada en mujeres y además pues tienen niños o sea precisamente como son mujeres a veces algunas están gestantes y los niños nacen allá y hasta los tres años pueden estar entonces se debían de considerar todas estas situaciones especiales precisamente para no afectar sus derechos que están en Tratados, hay muchos Tratados que contemplan a las madres reclusas y esos menores niños.

CL: Entonces son los secretarios de Acuerdos los que tienen que hacer todo este trabajo de recabar información de leyes, Tratados, jurisprudencias, para sustentar la sentencia en la que sólo aparecen las firmas de los tres magistrados. ¿No consideras que esto es un poco ingrato para los secretarios de Acuerdos?

AZ: Sí, efectivamente. Se puede decir que somos la columna vertebral del Poder Judicial porque muchas de las resoluciones las tenemos que elaborar nosotros, obviamente la revisan los titulares, los magistrados, los jueces pero pues mucho del trabajo lo hacen los secretarios, las sentencias las proyectamos nosotros.

CL: ¿Algo que quieras agregar antes de terminar esta entrevista?

AZ:  Que agradezco la entrevista, deseo genuinamente poder seguir en esta función y ahorita pues estamos en la cuestión de la elección por voto y es algo complicado para alguien que no se dedica a la política, no fue criado para ser político ni espera ser político. Buscar el voto de la gente no es fácil pero pues es necesario acercarse la sociedad y que entiendan que tenemos una función especial y fundamental que es defender sus derechos.