Escrito por Jesús Castillo
El Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Morelos, representado por Gerardo Albarrán Cruz, tiene dos caras. Por un lado se opone vigorosamente a la incorporación de miembros del Partido Encuentro Social (PES) como Jorge Argüelles, pero guarda silencio ante la postulación como candidatos a las diputaciones federales de figuras tan desgastadas como Amado Orihuela Trejo y Erick Yair Salgado Fernández. No hay congruencia.
Y no es que defendamos la pretendida coalición Morena-PES, pues consideramos que esa es una decisión que corresponde exclusivamente a los morenistas, lo que criticamos es que a casos similares se asuma una reacción diametralmente opuesta.
Gerardo Albarrán, quien no representa a todos los morenistas del estado, sino a la fracción o tribu conocida como “los Rabines”, fue muy contundente en su declaración ante los medios luego de concluir la asamblea extraordinaria del Consejo de Morena-Morelos el pasado jueves en un jardín de fiestas de Jiutepec, en la que el punto principal fue la negativa a la coalición con los pesistas.
“También se aprobó por unanimidad la plataforma electoral que se entregará al Instituto Morelense de Procesos Electorales en fecha próxima mediante la cual todos los que aspiren a ser candidatos de Morena tendrán que acreditar principios éticos, valores morales, y acciones que demuestren apoyo a la democracia, lucha contra la corrupción y contra la impunidad”.
Casi se me salen las lágrimas cuando vi el video, y más cuando se despidió con la frase:
“No puede haber un gobierno rico y un pueblo pobre, y en Morelos todavía estamos en esas circunstancias”.
“Ese es un dirigente con pantalones”, pensé. Pero luego la admiración se transformó en desconcierto cuando alguien filtró el documento en el que aparece formalmente registrado como precandidato a una diputación federal Amado Orihuela Trejo.
Entonces vino a mi mente otra declaración que escuché el jueves en el jardín de fiestas “Punta Luna” el pasado jueves:
“El partido Encuentro Social no tiene los principios de avanzada con que cuenta Morena. En 2018 se aceptó la alianza porque fue una coyuntura en la cual apoyamos la coalición con el PES pero 2021 no es ninguna coyuntura y hoy se trata de que Morena pueda RETOMAR sus principios de no mentir y no robar” (eso lo dijo el ex presidente municipal y ex diputado federal por el PRD, Javier Orihuela).
Ahhhh, ya voy entendiendo. Entonces se trata de aplicar las máximas de Andrés Manuel López Obrador pero sólo cuando nos conviene. “Coyunturas” dice Javier.
Entonces a eso se debe el silencio del partido Morena-Morelos después de que Amado Orihuela mandó difundir a través de sus corifeos digitales que “al ser ignorado por Jonathan Márquez, el ilustre priísta renunciaría y se llevaría consigo a la mitad de la militancia” (“Bueno, entonces Jonathan se quedará con los otros diez”, pensé).
El silencio de Albarrán Cruz no fue absoluto. Ayer publicó en su muro de Facebook una gráfica muy bonita con manos de todo tipo y la frase: “Morena es una casa abierta donde todas y todos podemos participar”. Excelente, pero le faltó unas letras chiquitas que dijeran: “Menos el PES”.
Supongo que esa es una respuesta a las manifestaciones de rechazo al registro de personajes de calidad moral distraída que provienen de otros partidos. Quizás dirá que su registro como precandidatos no asegura la candidatura y que finalmente Morena es un partido nuevo por lo que no se les puede pedir militancia de muchos años.
¿Qué Amado Orihuela tiene fama de pederasta y que viste como narco, vive como narco y tiene amigos narcos? ¡Eso qué importa, si Andrés Manuel López Obrador ya dijo que las acusaciones de violación contra el candidato a gobernador de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, son ataques meramente políticos!
En el caso de Erick Yair Salgado Fernández, quien también se registró como precandidato a diputado federal por Morena, ya publicamos en este mismo espacio (12/04/19) su participación en hechos tipificados como delitos electorales. La denuncia electoral se convirtió en denuncia penal ante la FEPADE y quedó registrada bajo el expediente 954/FEPADE/2011 y posteriormente fue remitida a un Juzgado de Distrito con sede en Veracruz y quedó radicada con el numeral 34/2011.
Lo que sigue es un fragmento de un testimonio que se puede leer en dicho expediente:
“Los que nos metieron en esto fueron Asunción Díaz Flores (chonita) y Erick Salgado (presidente del PRI en Cuernavaca cuando ocurrieron los hechos) ellos nos llevaron con engaños diciéndonos que íbamos a un mitin en Boca del Río, Veracruz. Nos ofrecieron el viaje, un almuerzo y 220 pesos por persona.
“Los que ha íbamos saliendo de los módulos nos quedamos afuera esperando a que vinieran por nosotros, y los demás siguieron formados hasta como a las ocho de la noche. Los taxis y las camionetas llegaron ya oscureciendo y nos regresaron a donde estaba Chonita, quien se encargó de recoger los papelitos que nos dieron en el IFE.
“Algunos le preguntamos que por qué los papelitos decían que teníamos que regresar el 24 de febrero de 2010 a recoger la credencial y la señora Asunción decía que ella nos avisaría lo que posteriormente se haría, y observamos que esta misma señora entregó todos los papelitos a un hombre y una mujer que al parecer eran de ese lugar donde nos llevaron. De ahí nos llevaron al Restaurante “La Gaviota” en el mercado del Centro de Veracruz y después nos regresamos a Cuernavaca, llegando como a la medianoche”.
Pero en fin, como dijera Javier Orihuela, “son coyunturas”, y si para entrar a Morena hay que demostrar habilidad para las transas entonces sí, tanto Amado Orihuela como Erick Yair están más que acreditados.
Por cierto, ¿se acuerdan cuando comparamos a Morena-Morelos con el equipo Cruz Azul y su presidente Billy Álvarez que salía beneficiado cada vez que el equipo perdía?
Pues ya se supo cómo estuvo la negociación. Sólo le adelanto que el próximo año uno más de la dinastía Salazar (esos que tienen nombres raros) estará en el Congreso de la Unión.
HASTA MAÑANA.