En Cuautla el presidente municipal, el arquitecto Rodrigo Arredondo ha dejado su huella embelleciendo la ciudad con un trabajo incansable. A la heroica e histórica ciudad de Cuautla, le sumó la H de hermosa.
En menos de tres años de gestión, Arredondo logró que el nombre de Cuautla se escribiera en letras doradas en el Senado, un reconocimiento que refleja su compromiso con el desarrollo y la promoción de la ciudad y su historia. Pero su labor va más allá; se ha dedicado a transformar por completo el centro histórico, arreglándolo desde el piso, hasta el palacio municipal, el quiosco y los murales. Ha mejorado la iluminación y abierto más y mejores espacios deportivos, promoviendo la cultura, el esparcimiento saludable y fortaleciendo los lazos familiares para alejar a los jóvenes de la delincuencia.
En la lucha contra la inseguridad, Arredondo ha implementado medidas efectivas, destinando mayores recursos, proporcionando capacitación y mejorando los salarios de los valientes policías locales. Un enfoque integral que demuestra su compromiso con el bienestar de la comunidad.
Acompañándolo en esta noble tarea, su esposa, Araceli García, desempeña un papel fundamental como presidenta del DIF. Su labor se enfoca en brindar atención de primera a las infancias, adultos mayores y personas con discapacidad. El compromiso de la pareja no solo se limita a resolver problemas, sino a hacer la vida más fácil para aquellos que desempeñan roles de cuidado, ofreciendo herramientas, atención y apoyo a quienes más lo necesitan.
Ambos, Arredondo y García, se entregan por completo a servir a su comunidad, trabajando incansablemente desde sus respectivas trincheras. Es innegable que Cuautla merece seguir avanzando en su transformación, y la dupla Arredondo-García se erige como la opción ideal para construir el segundo piso de la transformación en Cuautla, Morelos.