Elección de estado

La voz de alarma llegó a Palacio Nacional hace unas cuatro semanas: “la gente no va a salir a votar el primero de junio; es más, ni sabe que va a haber votaciones ese día”. Ante el riesgo de que el proceso electoral para elegir funcionarios judiciales resulte un fracaso rotundo, la presidenta Claudia Sheinbaum y su equipo más cercano tomó una decisión similar a la que tanto le criticaron al PRI cuando gobernaba: que el Estado toome el control de las votaciones.

Pero para ello era necesario quitar el candado impuesto por el Instituto Nacional Electoral que impedía a la presidenta de la República promover el voto en sus conferencias matutinas.

Así, el 9 de abril, por mayoría de votos de la magistrada Mónica Soto y los magistrados Felipe de la Mata y Felipe Fuentes, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) aprobó que la presidenta Claudia Sheinbaum y personas servidoras públicas, instituciones y autoridades del país sí puedan promover la elección judicial, “aunque sin mencionar a candidatas y candidatos en particular”.

Superado ese obstáculo, la llamada Cuarta Transformación comenzó a operar para lograr una meta que se fijaron: 25 millones de votantes en todo el país. A Morelos le corresponde 350 mil sufragios.

Por eso es que hemos visto que -últimamente en todos sus eventos a lo largo del país-, en sus discursos Claudia Sheinbaum siempre hace un llamado a la gente a votar este primero de junio, y las gobernadoras y los gobernadores de todo el territorio nacional (al menos los que pertenecen al partido en el poder), están obligados a hacer lo mismo.

También por eso es que se ha iniciado una campaña en radio y televisión sin precedentes, con el objetivo de invitar a los ciudadanos a participar en el proceso electoral.

En Morelos iniciaron la semana pasada. Los empleados de la Secretaría de Gobierno y de la Oficina de la Gubernatura fueron citados con carácter de obligatorio a una reunión el sábado en la Unidad Los Belenes bajo el título de “Asamblea Informativa de Promoción del Voto”. Ahí estuvieron todos los directores de área, un representante del INE, un representante de la oficina de la Gubernatura y el diputado Rafael Reyes.

Lo que sorprendió a más de uno de los presentes, es que estuviera ahí, en un evento de servidores públicos de la actual administración, nada más y nada menos que la presidenta estatal del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Mirsa Berenice Suárez Maldonado. ¿Era acaso un acto partidista?, mejor no lo preguntaron pues hay que cuidar la chamba.

La segunda reunión ocurrió ayer domingo en una casa particular de la colonia Lomas de Cortés, a la que fueron convocados dirigentes de cámaras empresariales (ahí estaba la recién electa presidenta del Consejo Coordinador Empresarial, Griselda Hurtado), sindicatos (Mario Cortés, en primera fila); y dirigentes de organizaciones campesinas.

Ahí el invitado principal fue el diputado federal Alfonso Ramírez Cuellar, quien habló ante unas 60 personas sobre la necesidad de ayudarle a la presidenta Sheinbaum a concretar la construcción de los nuevos tribunales, en una empresa que se antoja muy “complicadilla” pero que tienen que sacar adelante.

Fue precisamente en ese sitio donde se dio a conocer la cifra de 25 millones de votos que espera reunir el próximo primero de junio, aunque de no lograrse no se considerará un fracaso de la 4T. También hizo uso de la palabra Carmelo Enríquez, aunque no sabemos en calidad de qué estuvo ahí. Él explicó a los presentes que ahora también habrá mamparas como en las otras elecciones, pero con sillas pues son muchos los nombres que deberán elegir los votantes, y que se vale llevar anotados los nombres y números de los que prefiera el elector, sin embargo, comentó que “no hay que hacerlo de manera escandalosa”.

Todo parece indicar que, el gobierno está tan preocupado por sacar adelante este compromiso presidencial, que ya se les olvidó guardar las formas y mezclan eventos oficiales con partidistas.

EL HIJO DE DON RENATO. – A finales del 2010, un joven abogado recién titulado con mención honorífica se presentó a las instalaciones del Poder Judicial Federal cuando estas se encontraban en el centro de Cuernavaca, donde fue recibido por el magistrado presidente de uno de los tribunales colegiados de circuito. Le manifestó su intención de trabajar.

“Me preguntó que cuál era mi experiencia en el trabajo. Le expliqué que acababa de salir de la Universidad y por lo tanto ese sería mi primer trabajo. Recuerdo que recogió mi currículum y lo puso encima de su escritorio mientras me decía: ´Nosotros te hablamos´. Con esa promesa salí de la oficina, pero me regresé rápidamente con la intención de preguntarle en cuanto tiempo podría tener una respuesta, y en ese momento me di cuenta que el documento que yo le había entregado estaba en el bote de la basura”, recuerda Julio César Ortiz, quien hoy aspira a ocupar una magistratura federal.

“Eso no me desanimó. Al contrario, me impulsó a prepararme y adquirir la experiencia que me hizo falta para ganarme ese lugar. A los dos años constituí mi propia firma de abogados y me dediqué a dar servicio de asesoría jurídica, muchos de ellos en forma gratuita a personas de escasos recursos”.

Años después, en el 2020, cuando se abrió una convocatoria pública para ocupar el puesto de juez de distrito, se inscribió, obtuvo buenas calificaciones pero no fue favorecido con el cargo. Perseverante, aceptó un empleo como secretario de acuerdos en un Juzgado federal y esperó la siguiente convocatoria, en la que -ahora sí- obtuvo el cargo que ocupó hasta hace unas semanas, cuando pidió licencia para participar en el proceso electoral que permitirá a los ministros, magistrados y jueces, obtener el puesto mediante el voto directo de los ciudadanos.

Julio César Ortiz Montoya es hijo del abogado Renato Ortiz Rubio, ampliamente conocido en el gremio de los litigantes en Morelos.

El candidato a magistrado federal considera que, a pesar de que es Juez de Distrito, no forma parte de esa especie de funcionarios que caracteriza al viejo Poder Judicial, arrogantes y con un aire de superioridad. De hecho, desde que asumió el cargo de Juez federal en el decimoctavo circuito, ha dado oportunidad a estudiantes de Derecho de comunidades indígenas de comunidades alejadas para que hagan su servicio e incluso se incorporen a la institución.

De la misma forma, procura darle prioridad al género femenino para cubrir las vacantes del Juzgado a su cargo.

Es lo que él llama “reconocer la justicia sustantiva a favor de los indígenas y de las mujeres”, política que seguiría poniendo en práctica en caso de ser favorecido con el voto este primero de junio.

HASTA MAÑANA.