Jesús Castillo
Aunque no contó con el aval del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (IMPEPAC), y por lo tanto no se le puede llamar debate, el ejercicio democrático que realizó la Cámara de Comercio de Cuernavaca (CANACO) y algunos medios de comunicación, sirvió para que ocho de los 18 candidatos a la presidencia municipal difundieran sus propuestas y exhibieran su capacidad de oratoria.
Como era de esperarse, todos los participantes se dijeron ganadores y los que no participaron se quejaron de discriminación por parte de los organizadores. Pero si con ocho resultó un poco pesado, imagínese usted con 19 (tomando en cuenta que el PAS ya designó a Emilio Rosas como su abanderado), se hubiera necesitado todo un día para escuchar a la totalidad.
Ya me imagino a Gerardo Borbolla exhibiendo la cuerda con la que piensa colgarse si no cumple, o Luis Salas Catalán, dando una demostración de su alto nivel de oratoria, pero sin la mínima posibilidad de estar entre los primeros; o el propio Emilio Rosas, llegando con su porra conformada por todos los comerciantes del Mercado.
No sabemos cuál fue el criterio de Rodrigo López y Antonio Sánchez Purón para definir a qué candidatos convocar, pero lo cierto es que resultaron afortunados Honorina Estrada y Alfredo Salgado, pues sus partidos son de los que participarán por primera vez en una elección y están condicionados a obtener el 3% de la votación total para mantener el registro.
Con justa razón se quejó Jorge Arizmendi, pues no hay razón para excluirlo. El Partido de la Revolución Democrática que representa en esta ocasión, sí tiene un peso político y tiene el antecedente de haber gobernador este estado hasta hace dos años. En todo caso, hasta Antonio Villalobos tendría que haber estado con el riesgo de que lo recibieran a huevazos.
Carlos González, del Partido Armonía por Morelos, también se quejó, y la respuesta de la CANACO fue que “este fue un primer ejercicio”, por lo que se supone que habría una segunda tanda pero ya con “candidatos morralla”, si es que aceptan.
Entrando de lleno al análisis de la pasarela, desde el punto de vista de este columnista, quien le sacó más provecho al evento fue el candidato del PRI, Cipriano Sotelo Salgado, quien mostró sus dotes de orador y “repartió parejo”, lo mismo a los que no son de aquí que los que nacieron en Cuernavaca, ocuparon un cargo y hoy “cínicamente” pretenden regresar.
Cipriano habló con el idioma del pueblo, pidió “tantita madre” a los candidatos que pretenden seguir viviendo del erario con promesas que saben que no van a cumplir y dijo que para encontrar soluciones a la problemática “Cuernavaca necesita un chingón en toda la extensión de la palabra y ese chingón soy yo”.
Y la que menos aprovechó el foro fue la candidata del Partido Renovación Política Morelense, Honorina Estrada, quien tenía la oportunidad de lucirse por su condición de única mujer en la contienda, pero su participación fue leyendo y ni eso pudo hacer bien. Mostró ignorancia al decir que tiene que seguir forzosamente el Mando Coordinado (antes Mando Único) porque el gobierno del estado es el que tiene la licencia colectiva de portación de arma.
Matías Nazario ya no volvió a insistir en su propuesta de desaparecer la policía de Tránsito, quizás porque ya se dio cuenta que esos elementos también votan y tienen familia. Recordó que cuando fue diputado federal (no dijo por cuál partido), “bajó recursos” por 600 millones de pesos que fueron invertidos en obra pública, y que de esa misma manera puede atraer más dinero para modernizar la red hidráulica de la ciudad.
Alfredo Salgado Salgado también aprovechó muy bien el espacio. Dio una cátedra de administración y finanzas (único contador público presente en el “debate”) y desde ahora ya comenzó a repartir cargos: la Tesorería para un miembro del Colegio de Contadores; la Secretaría de Obras Públicas para el Colegio de Ingenieros Civiles, Turismo para la CANACO; y suponemos que Comunicación Social para el Colegio de Licenciados en Periodismo. Por algo fue presidente de la Federación de Colegios y Asociaciones de Profesionistas (FECAP).
Pero suponemos que la gente que vio la transmisión (bastante deficiente por cierto), tenía la curiosidad o incluso morbo por escuchar a los que varias encuestas consideran como los “punteros”: José Luis Urióstegui Salgado, Sergio Estrada Cajigal y Jorge Argüelles Victorero, máxime que el miércoles pasado el ex gobernador “se fue de la lengua” en un evento con empresarios y comenzó a decir que el que fuera procurador estaba coludido con bandas de delincuentes.
Por el formato del evento no hubo posibilidad de debate y que bueno que así fue, porque hubiese sido bochornoso un intercambio de acusaciones que seguramente habría sido en torno a un personaje que ya no está en este mundo de nombre Agustín Montiel López.
Recordemos que el famoso “Sincler” era odiado por muchos pero admirado por otros tantos, según les haya ido en su trato con el que fuera jefe de la Policía Ministerial durante el sexenio de Sergio Estrada. Pero hay un dato en el que no tiene cabida la subjetividad: Agustín Montiel fue sentenciado a 33 años de prisión por Delincuencia Organizada en su modalidad de protección al narcotráfico.
Por fortuna para todos la participación de los tres candidatos mencionados se enfocó en los grandes problemas de la ciudad: seguridad, agua potable y ordenamiento urbano, tal como lo pidió la CANACO.
En el primer punto, casualmente entre estos tres aspirantes se dividieron la posición sobre el polémico Mando Coordinado. Sergio Estrada definitivamente se manifestó en contra de que el gobierno estatal administre los recursos que la Federación manda a los municipios, y que el jefe de la Policía designado por el gobernador tenga operatividad en todas las localidades.
Por su parte, Argüelles tuvo que defender abiertamente al Mando Coordinado que es el que prevalece actualmente y garantizar su continuidad “sin disputa de egos” entre los jefes del ejecutivo estatal y los alcaldes.
Urióstegui se mantuvo en medio de las dos posiciones, reiterando que su plan de seguridad se basará en la instalación de módulos ubicados en puntos estratégicos de la capital (muy similar a lo que hizo en 1997 cuando fue director de la Policía Municipal con Alfonso Sandoval Camuñas), la instalación o reparación de cámaras de videovigilancia, apoyados con drones y patrullas equipadas con tecnología de punta.
Así transcurrió esta pasarela de candidatos en el que afortunadamente prevaleció en un clima de civilidad y respeto (por lo menos en las apariencias). Ojalá así sigan hasta el día de la elección.
HASTA EL LUNES.